La selección francesa, vigente campeona de la Liga de Naciones el año pasado, pone hoy su título en juego contra Dinamarca, durante la primera jornada de la competición.

Croacia, subcampeona del mundo y en el mismo grupo que Francia, recibe por su parte a Austria.

Karim Benzema, con un nuevo título bajo el brazo después de ganar la Liga de Campeones con el Real Madrid, vuelve al Stade de France con los Bleus para enfrentarse a los daneses de Christian Eriksen.

Un partido que tiene lugar poco menos de una semana después de la final de Champions, disputada en el mismo lugar y marcada por los incidentes acontecidos antes y después del partido, que están generando ríos de tinta en Francia y en el extranjero.

Benzema, que ha firmado una temporada fantástica con el equipo merengue, se unió al entrenamiento colectivo el miércoles y podría estar alineado al lado de Kylian Mbappé.

El entendimiento entre los dos atacantes estrella, que han anotado entre los dos 14 de los 26 goles de selección esta temporada, estará sometido a escrutinio, después de que el parisino decidiera no unirse a Benzema en el Real Madrid y prolongar su contrato con el PSG hasta 2025.

Sobre el terreno, el enfrentamiento de Francia y Dinamarca será el 17 entre ambas naciones (ocho victorias para los franceses, seis para los daneses y dos empates).

Sobre todo, servirá para que los entrenadores saquen las primeras conclusiones antes de volver a enfrentarse en la fase de grupos de la Copa del Mundo de Catar, el 26 de noviembre en el 974 Stadium de Doha.

En el banquillo francés, Didier Deschamps, ausente por el reciente fallecimiento de su padre, será reemplazado por su adjunto, Guy Stéphan, mientras que su homólogo danés, Kasper Hjulmand, dirigirá con normalidad
a los visitantes.

AFP I París