Cruz Azul y Querétaro se enfrentan hoy en el Estadio Azteca con un pasado compartido entre sus técnicos Juan Reynoso y Héctor Altamirano, pero con distinta presión.

El peruano fue figura de aquella Máquina campeona del Invierno 1997, torneo en el que el Pity debutó como celeste en primera división.

Ahora Reynoso llega con la presión de que su Máquina gane por fin en casa mientras que Altamirano presume dos victorias al hilo.

“Pity era chavito cuando estábamos acá, gran persona, gran tipo”, recordó Reynoso.

“De vez en cuando, a través de amigos, nos seguimos comunicando; nos hemos visto alguna vez, pero pues es la primera vez (que nos enfrentamos) hay buena, buena relación”.

Ojalá dicha amistad no se quebrante esta noche porque los Gallos Blancos seguramente no quieren aflojar el ritmo, cuando suman seis puntos y están en sexto lugar del torneo, pero la Máquina apenas comienza a funcionar, herida por los fracasos del año pasado. Si bien ya ganó en la fecha 3 tras dos derrotas, Cruz Azul y Reynoso fueron criticados por su propuesta de juego.

El timonel no podrá echar mano de Ignacio Rivero, quien ligaba 16 partidos de titular, debido a que dio positivo a Covid-19.

Los celestes ya tienen disponible a Luis Romo, quien superó una lesión, y todo indica que Jonathan Rodríguez volverá a la convocatoria, tras perderse el juego anterior, como castigo por indisciplina. Pablo Aguilar sigue en rehabilitación por molestias y a lo mucho saldría a la banca.

Al conjunto cementero se le han complicado los últimos choques contra los emplumados, pues ya ligó tres partidos sin poder vencer al Querétaro, con dos derrotas y un empate.

Félix Zapata I Agencia Reforma