El evento en el que ayer la Secretaría de Educación Pública presentó los nuevos planes de Estudio para la Educación Básica del país (prescolar, primaria y secundaria) fue un fiel reflejo del contenido de dichos planes: muchos discursos políticos, muchos conceptos ideológicos y oratoria, incluso futurismo político, pero al final muy poco se informó sobre el contenido real y concreto de los documentos con los que se pretende modificar la educación de los niños y adolescentes mexicanos.
En una escuela secundaria ubicada en la Normal Nacional en la Ribera de San Cosme, el acto educativo se volvió una pasarela política en la que Delfina Gómez, la secretaria saliente, aprovechó su discurso para dar un largo y tedioso informe de su breve gestión en la SEP, mientras que la secretaria entrante, Leticia Ramírez, se presentaba como la nueva titular y hasta la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, aprovechó para promover su imagen de presidenciable.
Lejos de presentar y explicar los nuevos contenidos, se dieron líneas generales y se anunció que a partir del 29 de agosto se aplicará “una prueba piloto” de los nuevos planes educativos en mil escuelas de toda la República, 30 por cada entidad federativa. Los únicos que explicaron algunas de las líneas generales de los nuevos planes fueron el investigador Ángel Díaz Barriga y Rosa María Torres, rectora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). “Construimos una utopía para nuestro sistema educativo”, dijo Díaz Barriga, mientras la rectora sostenía: “No existe democracia sin ciudadanos formados en la comprensión de la realidad”.
Ante la falta de información detallada, presentamos en esta columna 10 puntos sobre los nuevos planes para la Educación Básica a partir de información que nos comparten investigadores y expertos en materia educativa que han analizado el documento oficial de la SEP: