Nunca hemos vivido una crisis tan cruda por falta de agua en la capital de Hidalgo. Es un problema que se arrastra de por lo menos hace tres años, cuando los pachuqueños notamos que el líquido llegaba menos, con menos periodicidad y con menos presión. Han pasado los meses y los años y cada proyecto, excusa, pretexto y justificación de las autoridades no nos ha devuelto el servicio al que estábamos acostumbrados.
Desde sabotaje, usuarios que no pagan, huachicoleo de agua, malas condiciones de la infraestructura hasta una carencia natural por las situaciones del planeta son los planteamientos de los encargados de llevar el agua a los municipios que conforman la mancha urbana de Pachuca. De acuerdo con la página de gobierno del estado, la Comisión de Agua, Alcantarillado y Sistemas Intermunicipales (Caasim), este organismo provee agua potable a un total de 253 mil 868 viviendas, que se traducen en familias. El año pasado, tuvo un presupuesto de 686 millones 291 mil 351 pesos, 3.5 veces más que lo que recibirá este año la capital del estado.
Muchos nos preguntamos, en qué se fue ese dinero, porque cada mes a los usuarios se les exige el pago, pero cada día vemos que el agua llega poca o de plano ya no llega.
Y de nuevo muchos pensamos: ¿qué pasaría si el negocio del agua potable fuera manejado por particulares? ¿Esta empresa, llamada Caasim, podría ser rentable?
Lo cierto es que los pachuqueños estamos al borde de la desesperación, mientras los temas que se tratan en las altas esferas de la política son otros. Ojalá que el gobierno del estado tenga un buen plan para resolver este problema, o pronto surgirá una crisis, de aquellas que ninguna gobernante quiere enfrentar.
PAYASADAS: Puro teatro: ayer un juez otorgó una suspensión definitiva a Ovidio Guzmán para que no sea extraditado a Estados Unidos. Yo que soy bien mal pensado creo que ya lo sabía, y todo el asunto de su detención fue puro teatro. Abrazos, no balazos…
