En la Catedral de Milán, vacía por el coronavirus, y acompañado únicamente de un organista, Andrea Bocelli ofreció un recital con el fin de alcanzar corazones a través de la música.

La actuación, transmitida a todo el mundo, se llamó Música por la esperanza, y eso fue: la voz del tenor italiano alcanzó a casi 3 millones de espectadores virtuales en vivo.

Previo a que Bocelli comenzara a cantar, en un video compartió un mensaje de unión.

“Creo en la fuerza de rezar juntos. Creo en la Pascua cristiana, un símbolo universal de renacimiento que todos, sean creyentes o no, realmente necesitan en este momento.

“Gracias a la música transmitida en vivo que reúne a millones de manos unidas en todo el mundo, abrazaremos el corazón palpitante de esta tierra herida, esta maravillosa fragua internacional que es motivo de orgullo italiano”, dijo Bocelli en voz en off.

En el clip se hacía un recorrido por las calles del norte de Italia, uno de los países más golpeados por la pandemia, con más de 150 mil personas infectadas y casi 20 mil fallecidas.

De traje oscuro, camisa blanca y moño negro, Bocelli hizo sonar Panis angelicus y Ave María, mientras Emanuele Vianelli tocaba el órgano. Algunas imágenes de Italia, sin gente, acompañaron la voz del tenor de 61 años de edad, quien a través de su fundación recauda fondos para beneficiar a hospitales y personal sanitario con equipo.

Sancta María y Domine Deus complementaron el programa del músico, el cual únicamente se prolongó 28 minutos.

Previo a finalizar la transmisión, Bocelli caminó por la Catedral, hacia la entrada, se acercó a un micrófono e interpretó Amazing grace, ahora con imágenes también de París, Londres y Nueva York en confinamiento.

Staff I Agencia Reforma