En 2015 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, una estrategia global para que los países contribuyan en mejorar las condiciones de vida de su población, sin dejar a nadie atrás. En la Agenda se establecen 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) que incluyen temas centrales como: la eliminación de la pobreza, eliminación del hambre, el cambio climático, la educación, la igualdad de género, la defensa del medio ambiente, reducción de las desigualdades, entre otros.

Con esta Agenda se busca promover cambios globales, mediante la actuación concertada y focalizada en el ámbito local. Es decir, compartir una preocupación y un pensamiento global, actuando para provocar una mejora en nuestro entorno local, regional o nacional.

La sostenibilidad consiste en satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer a las necesidades de las generaciones futuras, al mismo tiempo que se garantiza un equilibrio entre el crecimiento de la economía, el respeto al medioambiente y el bienestar social.

La CEPAL, reconoce que la gran mayoría de los países, entre ellos México, han acordado que para el logro de los ODS es indispensable una amplia participación de la sociedad civil y de la academia. Es por ello por lo que universidades e instituciones de educación superior de distintos países participan activamente en el desarrollo de la Agenda 2030.

Las instituciones de educación superior juegan un papel muy importante en la contribución de acciones para el desarrollo sostenible, ya que asumen como compromiso contribuir a la solución de la problemática regional por medio de la formación de recursos humanos. Los ciudadanos que hoy estamos formando en las aulas deben tener una visión global y sustentable, con características como:

• Buscar la manera de que la actividad económica mantenga o mejore el sistema ambiental y la calidad de vida.
• Usar los recursos eficientemente.
• Promover el máximo de reciclaje y reutilización.
• Fomentar el desarrollo e implantación de tecnologías limpias.
• Restaurar los ecosistemas dañados.
• Promover la autosuficiencia regional.
• Reconocer la importancia de la naturaleza para el bienestar humano.
• Promover la creatividad y la innovación.

El desarrollo sostenible no es sólo la protección del medio ambiente, es una nueva forma de pensar sobre la vida, es un tipo de crecimiento económico sostenible en armonía con la naturaleza, es la reanudación de los conceptos de justicia, oportunidad e igualdad entre todas y todos.

Preparar personas competentes que, además de conocer su especialidad, sean personas solidarias capaces de comprometerse, expresarse y convertirse en ciudadanos capaces de actuar de acuerdo con valores sostenibles, es un desafío no solo para las instituciones de educación superior sino para la sociedad en general.

Angélica Bravo