Tras una larga manifestación, comerciantes de giros no esenciales del centro de Tula lograron que el gobierno municipal mantuviera la autorización de cuatro días de funcionamiento a la semana, además de la ampliación de una hora de apertura de sus negocios pese a la pandemia por SARS-CoV-2.

La movilización se realizó en busca de que la autoridad municipal permitiera extender de cuatro a seis los días de operación de negocios que no son de primera necesidad.

Sin embargo, los titulares de Reglamentos y Salud municipal, Manuel Martínez Luján y Anael Cruz Cruz, respectivamente, explicaron que no podía darse el permiso debido a la creciente morbilidad y mortandad provocada por el virus; esto, pese a la afectación económica de los locatarios tulenses.

Ambos directivos coincidieron que, lejos de ampliar los días de apertura, tenían que reducir uno, lo que no fue aceptado por los comerciantes.

Ante la intransigencia de los propietarios de negocios, el diálogo estuvo a punto de romperse, pero las autoridades optaron por mantener los días de actividad, de miércoles a sábado,  y ampliar una hora el tiempo de funcionamiento de los comercios, 10:00 a 17:00.

Desde la semana anterior, el estado volvió al semáforo rojo epidemiológico, es decir, riesgo máximo de contagio de Covid-19 y, por ello, de acuerdo con disposiciones federales, los giros no esenciales deben cerrar para evitar la propagación del virus.

En diversos municipios, entre ellos Tula, no se ha acatado tal disposición, según la autoridad local: “Para no afectar más la economía de los locatarios”, quienes han manifestado severas pérdidas en cuatro meses.

Miguel Ángel Martínez

Tula de Allende