Productores de café de la comunidad Huitzitzilingo, San Felipe Orizatlán, afirman que pasan por una situación difícil desde hace tres años.
El caficultor Diego Santiago Hernández Hernández, habitante de dicho polígono, aseveró que obtuvo un buen nivel de producción en su terreno, de media hectárea de superficie, en 2016, a pesar de que no terminó de sembrar.
Sin embargo, la caída de aguanieve un año después afectó la cosecha, pues la mayoría se perdió debido al daño causado por el fenómeno meteorológico. Desde entonces, detalló que solo 70 por ciento de los 300 agricultores locales que se dedican al café.
“Algunos han optado por sembrar naranja o lichi, el café ya no produce en la sombra, prefieren sembrar en naranjales, donde sí les da el sol a las plantas”, dijo Hernández Hernández.
Agregó que el proceso de producción comienza sembrando matas de aproximadamente 20 centímetros, las cuales comienzan a dar frutos en enero.
“Después de la cosecha se quita la pulpa, luego se extiende en un plástico en el suelo y se seca con los rayos del sol. Después se moltea (se golpea con una madera) para retirar la cascara y que solo quede el café, se pone a la venta a 40 pesos el kilo”, indicó el caficultor.
Hernández Hernández agregó que la mayoría de los productores compran las plantas a un precio de tres pesos si está arrancada y de cinco pesos en bolsa.
Además, destacó que los agricultores se enfrentan a plagas que dañan su producto.
“La más común que ataca los cafetales es el ojo de gallo. Les nace como un ojo amarillo y se va pudriendo con el tiempo, este se elimina con fungicidas a base de cobre. Otra de las plagas que daña la producción, es el mal del hacha”, dijo.
PRODUCCIÓN
Hernández Hernández detalló que en una superficie de cuarto de hectárea se pueden cosechar hasta 800 kilos de café. Agregó que para preparar un terreno de esas dimensiones se requieren hasta 10 trabajadores, que ganan 170 pesos cada uno
Francisco Bautista I San Felipe Orizatlán