La alfarería de la Huasteca es parte de la esencia del Xantolo en la región. Desde hace muchos años, estas creaciones son utilizadas como decoración, y hasta para la cocina, por ello, se incrementa la demanda, sobre todo en la víspera de la celebración y durante la misma, por lo que esperan una recuperación económica importante este año, la cual ya inició, pero no con las suficientes ventas, compartió Melita Martínez Guillén.
Ella tiene 36 años dedicándose a este oficio, del que llegó a aprender de su abuela y su mamá desde los 10 años, haciendo algunas labores para formar cada una de estas piezas. El mayor de sus hijos también sigue su legado y realiza las artesanías de barro.
Melita planteó que, para algunas personas, la celebración del Xantolo representa una tradición culinaria y de identidad cultural, hasta de reflexión; no obstante, para este sector significa una esperanza para que sus ventas incrementen, porque fueron dos años de no tener ingresos y de depender económicamente de otros familiares.
Dijo que la artesanía de barro de menor precio es de 10 pesos; las jarras, molcajetes, fruteros y servilleteros llegan a costar hasta 130 pesos. Sin embargo, existe desánimo en ella cuando refiere que busca que más personas compren sus creaciones, pero cambia su rostro cuando sabe que prácticamente ya no hay habitaciones disponibles en los hoteles de la Huasteca.
La alfarera manifestó que los dos años de pandemia les fue “de la patada”; a pesar de ello, siguen trabajando y elaborando sus productos, tales como tortilleros y tazas, por mencionar algunos.
Comentó que ella y sus siete hermanos se dedican a la elaboración de artesanías, pero que muchas familias más en el poblado también lo hacen, algunos de tiempo completo, aunque también hay quienes se emplean en este oficio solo en temporadas.
Situación económica
Salomón Hernández | Huejutla