La Auditoría Superior de la Federación (ASF) también encontró irregularidades millonarias en el presupuesto ejercido en 2020 para adquirir equipos y materiales contra la pandemia de Covid-19.
Entre sus señalamientos al ejercicio del gasto, el organismo mencionó compra de equipos obsoletos, pagos duplicados, incumplimientos en la entrega de material por parte de los proveedores, inconsistencias en el resguardo y distribución de vacunas, por ejemplo.

El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), por ejemplo, no acreditó la entrega de un millón 50 mil mascarillas KN95, con un costo de 40.5 millones de pesos, y tiene pendiente aclarar mil 600.3 millones de pesos destinados a la compra de 2 mil 250 ventiladores.

“(Otros) 650 ventiladores, con un costo de 920.4 millones de pesos, no fueron entregados, por lo que incluso el Insabi contrató a un despacho para iniciar acciones legales contra el proveedor”, establece la ASF.
También al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) se le hicieron observaciones por 86.6 millones de pesos por pagos indebidos y por 15 ventiladores que el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre devolvió al almacén central debido a que presentaron fallas, pero no se solicitó al proveedor su sustitución.

El Issste también pagó por 10 ventiladores que ya habían sido pagados previamente, indicó.

“En lo relativo al almacenamiento de las vacunas, se observaron diferencias en el registro del número de dosis de las entradas y salidas en el almacén del Instituto Nacional de Cancerología, responsable
de resguardar las dosis de la vacuna marca Pfizer.

“Respecto de las vacunas marca AstraZeneca, se determinaron diferencias en la cantidad de dosis y el número de lotes”, detalló.