El alcalde de Tula, Manuel Hernández Badillo, deslindó al ayuntamiento de otorgar permisos a Atlas Energy, la cual busca instalarse en el ejido San Miguel de las Piedras.

A pesar de la oposición de pobladores de Macuá, quienes acusan que el parque fotovoltaico traerá daños ambientales.

El 2 de julio pasado, los ciudadanos se manifestaron en la presidencia municipal y alertaron sobre los conflictos que causaría la llegada de los paneles solares.

En su protesta, recordaron el caso de Nopala de Villagrán, donde la empresa arribó el 10 de junio de 2019, fecha desde la cual no ha llovido en esa región y se talaron más de 100 mil árboles.

Denunciaron que lo mismo pasará en Tula, por lo que pidieron al Ejecutivo local negar la licencia de construcción. Sin embargo, precisó que esos permisos no corresponden al municipio.

“El cambio de uso de suelo, así como la medición de los impactos ambientales que tendrá la instalación de una empresa de estas características escapan del ámbito del ayuntamiento, son estatales, las extienden tanto las Secretaría del Medio Ambiente y la de Obras Públicas, nosotros no podemos hacer nada”, aseguró.

Informó que se han reunido con los ejidatarios de San Miguel de las Piedras, quienes le han manifestado que sí quieren la llegada de los paneles solares, porque les rentarán sus tierras y les darán 30 mil pesos anuales por hectárea.

El 10 de junio de 2019, en Nopala de Villagrán, se instaló Atlas Energy, con 370 mil paneles solares en un terreno de 410 hectáreas.

Habitantes acusaron que ha dejado de llover a consecuencia de que la compañía realiza sobrevuelos en avionetas y rocía sustancias químicas que inhiben las precipitaciones.

A finales de 2020, la misma firma llegó a Tula para entablar diálogo con ejidatarios de San Miguel de las Piedras, a quienes dijeron que rentarían sus tierras de cultivo por 30 mil pesos.

Miguel Ángel Martínez | Tula de Allende