Las restricciones que, a partir del fin de semana, comenzaron a implementar los supermercados en Tula, como prohibir el acceso a menores de edad, mujeres embarazadas y adultos mayores, para prevenir la propagación del Covid-19, han generado molestia entre los consumidores.
Uno de los inconformes manifestó que su molestia deriva de que no tienen con quien dejar a sus hijos o padres, quienes son de la tercera edad, mientras acuden a surtir su despensa.
Ayer, Criterio realizó un recorrido por las sucursales de Aurrera, Soriana y Coppel en la demarcación, y constató que todos aquellos que pertenecen a los grupos vulnerables tuvieron que esperar afuera de las tiendas y solo un miembro por familia entraba a ellas.
De acuerdo a las gerencias de los establecimientos, esta medida se tomará hasta que termine la contingencia, pues se busca seguir las indicaciones de las autoridades, y recomiendan a la gente a quedarse en casa y solo acudir en caso de ser necesario.
Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende