Pese a que dos jóvenes fueron detenidos luego de amagar a una persona con un cuchillo para quitarle el teléfono, ésta no interpuso la acusación correspondiente por miedo a represalias; por consiguiente, los malhechores, de 17 años, regresaron a la calle horas después.
Los hechos ocurrieron en la Unidad Habitacional de Pemex, donde los sujetos, uno vecino de la colonia la Malinche y otro originario de Alvarado, en Tula, atacaron a la mujer, pero metros más adelante, tras recibir el reporte vía radio, los efectivos los aseguraron.
La agraviada, quien no quiso iniciar ninguna imputación, declaró a Criterio, que los trámites son muy largos y, en muchas ocasiones, “no pasa nada” con los ladrones, quienes salen y toman venganza.
Al respecto, el secretario de Seguridad Pública municipal, Fermín Hernández Martínez, reconoció que el porcentaje de afectados que no comienza ningún procedimiento legal es alto, por lo que exhortó a la ciudadanía a contribuir para que se castigue a los delincuentes.
“La cifra es alarmante, según la Encuesta Nacional de Victimización, que se aplica en la entidad, sólo uno de cada 10 perjudicados de la delincuencia denuncia, el promedio aplica también en Tula, la gente no quiere y de nada ayuda que detengamos al que asalta o roba un negocio o casa-habitación, porque a las pocas horas quedan libres”, dijo el servidor.
“Ellos (los ladrones) volverán a delinquir, encontrarán otras víctimas, el que la gente no denuncie no ayuda a mejorar la seguridad de todos en el municipio, si tienen recursos económicos pagarán la multa que se les impone, o si no tienen, a las 24 horas quedan en libertad”, insistió Hernández Martínez.
En un caso contrario, la dueña de una tienda de ropa que ayer fue víctima de dos
farderas, las cuales fueron detenidas por agentes de la Policía Municipal de Tula, tras arrebatarle 42 mil pesos en prendas, interpuso la querella ante el Ministerio Público, por lo que las mujeres deberán responder por sus actos ante un tribunal.