En plazas de comunidades de la región Otomí-Tepehua comienzan a verse las prendas abrigadoras, las cuales son elaboradas por artesanos locales.
En Chimalapa y Santa Ana Tzacuala, localidades pertenecientes a Acaxochitlán, este tipo de trabajos llama la atención por su meticulosa elaboración y colorido.
Guadalupe López indicó que durante la temporada de frío aumenta la demanda de rebozos, chales y frazadas.
“Ocupamos telar de cintura, aunque también compramos los lienzos y los bordamos. Son ropa calientita que podemos ofrecerla entre 300 y 700 pesos, o un poco más, según la cantidad de hilo usado y si es lana”, detalló.
A los tianguis de la región acuden artesanos de otros lugares a expender su mercancía, pero a decir de los locales “son a máquina, aquí los hacemos bordados a mano”.
“Por ejemplo, la competencia de productos chinos llegó para quedarse; ya no es como antes, pero no queda de otra que seguir poniendo todas las ganas para salir adelante”, refirió Engracia Vargas.
Con la llegada de los fríos, las artesanas de Acaxochitlán esperan mejorar su economía en beneficio de sus familias.
Magda García I Acaxochitlán