Huejutla no cuenta con un ordenamiento urbano que considere la planeación de espacios para personas con discapacidad, las banquetas son irregulares y obligan a los peatones y a la población en general a deambular por el arroyo vehicular, siendo más afectados los invidentes y quienes sufren una discapacidad motriz, comentó el instructor certificado en Protección Civil, Eduardo Fernández Huesca.

Dijo que, por otro lado, los espacios reservados para estas personas no son respetados y tampoco se sanciona a quienes los utilizan deliberadamente, reflejando el nulo interés por este sector, del que —dijo— “se hace uso solamente en el discurso, pero no en la práctica”.

Comentó que autoridades estatales y municipales se limitan a colocar señalamientos para discapacitados, pero no hay una tarea planeada de fondo.

Huejutla necesita ser más inclusiva en sus espacios

Recordó que en Huejutla se han ejecutado obras supuestamente para favorecer al desplazamiento de personas discapacitadas; sin embargo, estas, principalmente rampas en banquetas y escaleras, carecen de las medidas e inclinación conforme a las normas y leyes correspondientes, resultando más obstáculos que ayudas funcionales.

Lamentó que no exista una cultura de respeto para los discapacitados, lo que incide que este grupo de personas padezca marginación, “por ser invisibles a los ojos de las autoridades”.

Señaló que es necesario que no solamente traten de justificar el dinero con rampas que no cumplen con las características o que solo se quede en el discurso de inclusión, sin que se lleve a la práctica.

Por su parte, Sabino, con ceguera desde niño, comentó que fue muy complicado poder transitar en Huejutla, pero que puede ubicarse gracias a que fue a una escuela de invidentes, pero que es difícil, porque no hay facilidades para quienes tienen una discapacidad.