Derechohabientes de la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) en Huejutla, externaron la “lamentable” situación del nosocomio, que además de la falta de medicamentos y especialistas sigue sin habilitar la sala de cirugías y ha optado por obras para restringir áreas comunes.

María, quien es paciente del hospital, señaló que ahora no solo hay carencias en la farmacia, sino que ya tampoco existe un área de recepción o estancia para los familiares de los enfermos: “Ya ni siquiera tienen un espacio para sentarse en la bardita, en donde antes esperaban los resultados de los enfermos”.

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Criticó que, anteriormente, quienes acudían en automóvil contaban con espacio para  estacionarse, pero que ahora ya están restringidos. Asimismo, señaló como preocupante que “se interesen más por esos temas que por habilitar la sala de urgencias médicas”.

Expuso que a pesar de que hay un aporte de sus cuotas, tal parece que no sirve de mucho para la atención médica; además, dijo, el personal de seguridad no tiene entendido que son los derechohabientes quienes contribuyen a pagar su salario y aun así “también se comportan de manera prepotente”.

Lamentó que en temporada de lluvias los familiares de los pacientes se tienen que resguardar debajo del puente peatonal o en otros lugares, porque se prohíbe el acceso a la clínica.

Indicó que muchos de los usuarios son profesores jubilados y que, a pesar de que les descontaron sus cuotas, reciben una atención “como si fueran a pedir regalado”.

“Qué mal que quienes dejaron sus vidas en las aulas y como servidores públicos ahora estén recibiendo malos tratos; los representantes sindicales deberían de defender las causas más sentidas, como es el derecho a la salud, pero hasta el momento no se ve que hagan algo al respecto”, expresó.