
Tenango de Doria es la cuna de los tenangos, que han ganado popularidad internacional por sus vivos colores y animales o figuras fantásticas; la práctica de bordar se ha convertido en una labor de hombres, mujeres y niños, pero se enfrenta a la problemática de remuneraciones injustas.
El coyotaje y los pagos “poco justos” para los artesanos ha sido una de las mayores problemáticas a las que se enfrenta el municipio, alertó Yaneth Santos Miranda, fundadora de la sociedad Hyadi Njü (Sol de Tenango).
La organización de la que forma parte previene la reventa de los bordados, por lo que trabaja en que las personas reciban la remuneración justa.
Dicha sociedad, que inició como una red familiar en 2017, creció a través de promocionar su trabajo en redes sociales. Actualmente se localizan en la calle Cornelio Mendoza 5, donde trabajan en conjunto personas de la cabecera municipal y de comunidades aledañas, como Santa Mónica, Nanthé, Gosco y Zetoy Damó.
Además, envían sus productos a todo el país y el extranjero, según Santos Miranda, quien agregó que el proyecto integral beneficia a la región a través del turismo y la intervención familiar.
En el municipio, los tenangos representan el sustento económico para campesinos; los jefes de familia son generalmente albañiles y jornaleros, lo que representa que no siempre tienen un ingreso estable.
Trabajo en cooperativa para creaciones:
En Tenango de Doria, representan el sustento económico para las familias y el trabajo en cooperativa constituye una mejor forma de dar a conocer sus creaciones
Vanessa E. Romero I Tenango de Doria