Los jinetes de la Muerte en Actopan

Se dice que el Santuario de Santa María Magdalena, en Actopan, es un lugar con siglos de historia desde la época colonial, al que siempre debían volver los difuntos originarios de la comunidad, sin importar dónde o a cuántos kilómetros hubieran fallecido.

La gente de Santa María Magdalena siempre mantenía comunicación para saber dónde estaban sus seres queridos que partían a trabajar en construcción, agricultura o comercio.

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Cuando alguien moría lejos de su tierra, los habitantes se organizaban para traer de vuelta el cuerpo. Al inicio, realizaban largas caminatas para cargar a sus difuntos en petates, pero con el tiempo comenzaron a emplear caballos y carretas para el viaje.

Así nacieron los “jinetes de la muerte” o “muerteros”, un grupo especial que partía desde las montañas con un solo propósito: buscar a los paisanos que murieron lejos y traerlos de regreso al Santuario de María Magdalena. Algunos aseguran que hoy en día aún se puede ver entre las montañas a estas almas en su misión de llevar de regreso a casa a quienes encontraron la muerte lejos de su tierra natal.