Una adulta mayor de 67 años de edad, fue atacada por un sujeto experto en artes marciales, hace siete años. Desde que ocurrió ese hecho, la vida de M. C. V. L., no ha sido la misma, pues afirmó que para ella hay un antes y un después de dicho evento, que puso en peligro su integridad y le dejó secuelas físicas y psicológicas que aún padece.
En 2015, la adulta mayor agredida por un sujeto, identificado como A. P., quien la golpeó con un bóxer metálico; es decir, un arma blanca, lo que le provocó una fractura de órbita ocular, de la que aún le escurre líquido cefalorraquídeo, y otra de rodilla. Estas lesiones derivaron en una discapacidad permanente y otros daños.
El individuo, en ese entonces de 33 años, fue aprehendido hace año y medio, luego de que la adulta mayor y sus hijas investigaran quién era el responsable de los hechos.
El pasado 15 de julio, el agresor fue sentenciado a tres años de prisión, de los cuales ya cumplió la mitad; además, se trata de una pena conmutable, por lo que puede salir de la cárcel y cumplir el resto con trabajo comunitario.
El Tribunal de Enjuiciamiento, encabezado por la jueza Rosa María López Aguilar, impuso dicha sanción dentro del juicio 166/2021, por el delito de lesiones calificadas agravadas, a pesar de que la defensa legal de la víctima acreditó el daño que causó el responsable, señaló Daniela Cruz, abogada de la mujer.
La representante legal de la adulta mayor explicó que aportaron varias pruebas del daño psicológico y físico que sufrió, las cuales fueron avaladas por una psiquiatra, quien determinó que padece estrés postraumático.
Además, dijo, un perito en Medicina del Trabajo acreditó que quedó con una discapacidad permanente, mientras que el inculpado admitió durante una audiencia que es experto en artes marciales y que fue militar.
La abogada destacó que el Tribunal de Enjuiciamiento no juzgó con perspectiva de género ni argumentó por qué dictó la pena mínima de tres años, a pesar de que el delito de lesiones calificadas agravadas contempla una sanción máxima de 16.
La adulta mayor adelantó que apelará la sentencia, pues afirmó temer por su vida y la de su familia, ya que acusó haber sido intimidada.
Agregó que antes del ataque era “una mujer independiente”; sin embargo, ahora tiene miedo de salir sola de su casa, por lo que sus consanguíneos la llevan y la recogen del trabajo. Incluso, externó, su esposo le propuso que se fueran del estado, a lo que se negó.
Yuvenil Torres I Pachuca
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