El Viacrucis del barrio El Arbolito, en Pachuca, celebró su edición número 52, lo que lo perfila como una de las representaciones más antiguas en la capital hidalguense: “Una experiencia espiritual, de lo máximo”, de acuerdo con los actores.

Rafael Emanuel de la Rosa Aguilar, quien interpretó a Jesús de Nazareth, afirmó que, a tres años de su primera participación como el hijo de Dios, su entrenamiento, en su mayoría, es espiritual.

“Es una experiencia de lo máximo. Mi preparación física fue levantarme temprano, salir a correr, pero en lo que hago más énfasis es en la preparación espiritual. Necesitamos mucho de Dios para asimilar los golpes, el peso de la cruz, la caminada (sic)”, detalló en entrevista con Criterio.

Por su parte, Conny Estefanía Pichardo Bonilla, quien interpreta a María desde hace nueve años, aseveró que la representación “se vive de una manera espiritual enorme” debido al acompañamiento que realizan las personas asistentes.

“Cuando empecé tenía como 13 años y conforme he ido creciendo, cada vez entiendo más mi papel y ya no solamente es un personaje, se siente como si de verdad viviéramos el dolor de todo el pasaje. Te toca el llanto o el sentimiento de una manera desconsolada”, afirmó la intérprete de la madre de Jesús.

En tanto, Vicente Hernández Garnica, que este año personificó a Poncio Pilato, dijo tener experiencia de 26 años formando parte del Viacrucis y afirmó que, en todas las representaciones, los participantes dedican su actuación a las personas enfermas a manera de plegaria, con el objetivo de que se recuperen.

Aunque este año no hubo convocatoria, con el objetivo de evitar aglomeraciones por la pandemia, el acto reunió a un centenar de espectadores.

Irving Cruz

Pachuca