La colonia El Palmar, ubicada en Pachuca, tiene más de 10 años con desabasto de agua, pese al pago del servicio.

El líquido es bombeado solo una vez a la semana por media hora, lo que se suma a la falta de presión para que alcance el nivel del depósito de los edificios.

Un estudiante, que buscaba el servicio de pipa, relató que su novia se ha visto más afectada por esta problemática, en la calle Puerto de Papantla.

Otra vecina indicó que, tras 33 años en un departamento de la zona, desde los últimos meses los camiones cisterna tardan más y son enviados cada tres meses, pese a que cuenta con sus recibos de pago al corriente.

Una de sus opciones es el rellenado de garrafones, lo que le permite atender sus necesidades básicas, que van desde lavar los trastos hasta el sanitario, entre otras que requieren agua.

Otro habitante especificó que la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim) no ha respetado el convenio que firmó hace mes y medio, al cual se llegó tras el cierre del bulevar Colosio, por parte de colonos que exigían el suministro para sus casas.

Abundó que al intentar levantar un reporte o mantener comunicación, en los números que les fueron brindados por la dependencia, no han recibido una respuesta o seguimiento al caso, por tal motivo, dijo, se están coordinando con otras colonias para movilizarse y exigir una solución.

Otra de las afectadas, que lleva 34 años viviendo en El Palmar, explicó que la problemática del agua no es reciente, pues “siempre se ha padecido la falta de agua”; sin embargo, esta se ha agravado en los últimos dos años.

Además que, en el caso de su edificio, la cisterna se comparte con otro condominio, lo que significa que el líquido lo deben racionar para 16 familias.

Aseguró que se han tenido que apoyar de conocidos para subsanar las necesidades de su hogar, además de cooperar con vecinos para solicitar pipas, pese a pagar su recibo mensual.

Los comercios también se han visto mermados y han tenido que hacer adecuaciones para poder continuar brindando servicio, señaló una vendedora, que lleva 12 años en su negocio de comida.

Especificó que debe comprar 20 garrafones de agua al día para poder atender a sus clientes, además de comprar pipas.

Galilea Monroy l Pachuca

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