Tras la clausura de la planta de biogás Energía del Litoral SAPI de CV, ubicada en la localidad El Huixmí, el gerente de la firma, Arsenis Gómez Aldana, aseveró que se trata de un “atropello” por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath), ya que la compañía tiene su documentación en regla; entre esta, el manifiesto de impacto ambiental.
El empresario indicó que obtuvo dicho documento en 2017, mismo que fue otorgado por la dependencia que encabeza Benjamín Rico Moreno, por lo que, anticipó, recurrirá “a todos los medios legales” a su alcance para revertir el cierre.
Abundó que la firma que representa ha sufrido “un fuerte acoso” por parte de la secretaría estatal para poder clausurarla; además, aunque personal le advirtió que incumplía con la normativa en la materia, no le especificó en qué rubros.
“Nos otorgaron el (manifiesto de) impacto ambiental en 2017, y es hasta ahora que nos dicen que está mal”, recriminó.
Tras ello, pidió a la Semarnath “diálogo abierto” y mencionó que la clausura se llevó a cabo con 10 patrullas y “numerosos” elementos de Seguridad.
Por su parte, la dependencia informó que la suspensión se debió a que la compañía no cumple con las normas establecidas en la resolución de impacto ambiental.
Agregó que, para volver a operar, la firma deberá cumplir con las condicionantes del dictamen ecológico y pagar una multa, así como presentar un análisis técnico de factibilidad favorable en materia de Protección Civil y el Estudio de Riesgo Ambiental.
El artículo 36 de la Ley para la Protección al Ambiente del Estado de Hidalgo establece que la evaluación de impacto ambiental estipula las condiciones a las que se sujetará la realización de las obras y actividades, con la finalidad de prevenir, evitar o reducir el desequilibrio ecológico.
Por lo que, al incumplir las condiciones determinadas en la manifestación de impacto ambiental, la Semarnath colocó sellos de suspensión que impiden la operatividad de Energía del Litoral.
Yuvenil Torres
Pachuca
