Este movimiento representa una creciente presencia militar en la ciudad fronteriza, donde el estado y el gobierno federal han chocado en torno al control de la inmigración
El viernes pasado, el gobernador de Texas, Greg Abbott, reveló planes para la construcción de una base de operaciones destinada a albergar hasta mil 800 elementos de la Guardia Nacional texana en Eagle Pass. Este anuncio representa una creciente presencia militar en la ciudad fronteriza, donde el estado y el gobierno federal han chocado en torno al control de la inmigración.
La propiedad de 32 hectáreas a orillas del río Bravo estará ubicada cerca del parque Shelby, donde elementos de la Guardia Nacional de Texas han implementado medidas como alambre de púas, restringiendo el acceso a agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
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“Esto aumentará la capacidad para que un mayor número de elementos del departamento militar de Texas en Eagle Pass operen con mayor eficacia y eficiencia”, destacó Abbott.
El gobernador señaló que la base también mejorará las condiciones de vida de los soldados, al abordar preocupaciones que afectaron las primeras etapas de la Operación Estrella Solitaria.
La construcción de la base se llevará a cabo en fases de 300 camas cada 30 días, con la expectativa de que la primera fase concluya en abril, según informó el mayor general Thomas Suelzer, jefe del Departamento Militar de Texas. El complejo incluirá puestos de mando, almacenes de armas y un helipuerto.
Actualmente, agentes de Texas mantienen el control del parque Shelby, al norte del sitio de la futura base, como parte de las medidas de Abbott para reforzar la seguridad en la frontera.