Angel Garza se enteró de que su hija Amerie Jo Garza fue asesinada en el tiroteo en la Escuela Primaria Robb, en Uvalde, Texas, cuando una compañera le dijo que “le habían disparado a su mejor amiga” y que trató de llamar a la Policía.

En entrevista con CNN, Garza contó que uno de los mayores miedos de Amerie eran situaciones como la que le quitó la vida a ella y a otros 18 niños y dos maestras.

“Cuando llegué a la escena, tenían a los niños dentro. Cuando empezaron a sacarlos una niña estaba cubierta de sangre de los pies a la cabeza, pensé que estaba herida”, relató el padre a la cadena estadounidense.

“Le pregunté qué pasaba. Dijo que estaba bien, estaba histérica, dijo que le habían disparado a su mejor amiga y que no estaba respirando y que estaba tratando de llamar a la Policía. Le pregunté a la pequeña niña el nombre y me dijo que (su amiga) se llamaba Amerie”.

Garza detalló que tenía otra hija de tres años, que ahora pregunta cada mañana por su hermana Amerie. Le han explicado que su hermana ya no está con ellos y que se fue con Dios.

“Le asustaban este tipo de cosas. Cerraba la puerta cuando nos parábamos a cargar gasolina en el carro”, contó el padre sobre Amerie.

“Este era, literalmente, su mayor temor. Siempre estaba tratando de ayudar a todos”.

Amerie acababa de recibir un premio por su desempeño académico y hace sólo dos semanas había cumplido diez años.

“Era muy dulce. Era la niña más dulce, no hacía nada malo. Escuchaba a su mamá y a su papá, siempre se lavaba los dientes, era creativa, hacía cosas para nosotros, nunca se metía en problemas en las escuela”, agregó el padre.

Alejandro Albarran García
Agencia Reforma

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