Debido a los daños causados por el huracán Grace, en Santo Tomás, Huazalingo, un centenar de personas quedaron damnificadas, fueron evacuadas y se encuentran en riesgo de perder su patrimonio y pertenencias.
El desprendimiento de rocas y tierra, a causa de las fuertes lluvias, destruyeron una casa y afectaron otras dos; el reblandecimiento de la zona generó que otras 47 viviendas se catalogaran como no habitables.
En total, son 50 hogares con algún tipo de daño y posibilidades de perderse, por lo que, ante el miedo de rapiña o robo, al menos ocho familias que las habitan se rehúsan a evacuar y resguardarse en un sitio seguro o albergue.
Cristian Sampayo Sánchez, encargado de vigilancia de la Dirección de Protección Civil municipal, manifestó que, hace una semana, el agua bajó a raudales de los cerros, junto con piedras y lodo, por lo que la mayoría de pobladores de Ixtlapa se resguardaron en el preescolar y la iglesia, pero la mayoría decidieron irse y solo dos familias permanecen en el refugio.
El funcionario informó que personal del gobierno estatal llegó a la zona cero y determinaron que no es habitable para las más de 100 personas, por lo que prometieron regresar con un dictamen especializado sobre los daños.
Para llegar a Santo Tomás es necesario tomar un camino escarpado desde la cabecera Huazalingo, el cual también fue severamente afectado por Grace, lo que ha dificultado la atención de los damnificados de esa comunidad.
María Hernández, habitante de la región, comentó que escucharon muchos ruidos como si fuera un temblor y decidieron irse a los refugios temporales, por lo que no les dio tiempo de sacar sus pertenencias.
Por su parte, Faustino Manuel Hernández, quien vivía en una de las casas cuyos muros se derrumbaron, recordó cómo se empezó a deslavar el cerro. “Estuvimos muy al pendiente y gracias a Dios salimos con tiempo, antes de que se cayera la casa”.
El afectado pidió a las autoridades locales y federales apoyo porque ya no pueden vivir ahí, “nunca había pasado anteriormente y no esperamos este fenómeno”.
A su vez, Juan Morales Aparicio indicó que estaba en Monterrey y se tuvo que trasladar a Santo Tomás, cuando llegó estaban su esposa y sus tres hijos en un refugio temporal.
“Queremos que nos apoyen, estamos en la mejor disposición; si nos dicen que nos van a reubicar, adelante, pero que nos ayuden, perdimos prácticamente todo, de 10 años de esfuerzo”, lamentó.
Julio César González, alcalde de Huazalingo, dijo que solicitaron el apoyo de los gobiernos del estado y federal.
Detalló que cuatro familias son las más afectadas y una casa está bajo los escombros.
“Las otras viviendas están sosteniendo el deslave, están en zona de riesgo y es un barrio evacuado y estamos apoyando con víveres, algunos se resguardan en una escuela, donde se les da de comer a las 105 personas”, concluyó.
A su vez, el gobierno federal anunció un censo de daños.
Salomón Hernández | Huazalingo
