Antes de la Semana Santa, únicamente dos unidades médicas del estado tenían una ocupación de 100 por ciento: los hospitales generales de Ixmiquilpan, en la modalidad de camas con ventilador, y de Tula de Allende, en camillas con respiración asistida de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Ambos inmuebles son propiedad de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH).
En tanto, al corte del 30 de marzo, ninguna clínica reportaba saturación de espacios de atención general, de acuerdo con la base de datos de la Red IRAG (Infecciones Respiratorias Agudas Graves), de la Secretaría de Salud federal (Ssa).
Según dicha plataforma, el porcentaje de ocupación de camas de hospitalización convencional en la entidad es de 19.17 por ciento, mientras que la de lugares con ventilador es de 19.24 puntos porcentuales y la de respiración asistida en UCI es de 19.6 por ciento.
El martes pasado, durante conferencia de prensa, Alejandro Benítez Herrera, titular de la SSH, aseveró que en ese momento había “holgura hospitalaria”; sin embargo, recordó que el personal médico lleva más de un año trabajando, desde que comenzó la pandemia de Covid-19 en el estado.
Hasta ese día, la red de nosocomios contaba con 848 camas disponibles, lo que equivale a 79 por ciento de disponibilidad, así como con 207 espacios con ventilador; es decir, 77 puntos porcentuales, detalló el funcionario.
Además, Benítez Herrera previó un aumento de 3.3 por ciento en los contagios debido a las vacaciones de Semana Santa, lo que representa un incremento “muy importante”.
Asimismo, advirtió que, aunque actualmente la propagación del virus SARS-CoV-2 está en una fase de meseta, puede haber un repunte en cualquier momento.
No obstante, planteó que es momento de comenzar la deconversión de clínicas que se enfocaban en el combate a la pandemia en Jacala, Atlapexco, Tlanchinol y, probablemente, Apan.
Yuvenil Torres I Pachuca
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