Gregorio Ríos Gutiérrez, zapatero con 33 años en su local de Pachuca, sigue dedicado a su oficio a los 75 años. Acompañado por su hijo, continúa ofreciendo un servicio cercano y personal a su clientela
En la colonia C Doria de Pachuca, un pequeño local de reparación de calzado ha sido el refugio laboral de Gregorio Ríos Gutiérrez, quien ha servido a su clientela durante poco más de 33 años.
Gregorio, de 75 años, ha estado dedicado al oficio de zapatero desde muy joven. Recuerda con nostalgia sus primeros pasos en fábricas de calzado, incluyendo su experiencia con el grupo Tenpac.
Con el tiempo, pudo independizarse y abrir su propio local, ubicado en la calle Rojo Gómez y Corona del Rosal, en la mencionada colonia del sur de Pachuca.
Originario del municipio de Mineral del Chico, Gregorio se trasladó a Pachuca cuando apenas tenía un año, gracias al esfuerzo de sus padres. A lo largo de su carrera, ha trabajado acompañado de su hijo Jorge, con quien comparte la pasión por el oficio. Aunque reconoce que los ingresos no son elevados, se siente satisfecho con su labor y cómodo realizando su trabajo.
Gregorio espera seguir en el negocio muchos años más, manteniendo el contacto cercano con sus clientes y encontrando satisfacción en ser una persona útil para la sociedad.
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Este 1 de mayo representó la fecha en la que uno de los negocios emblemáticos de Pachuca cerró sus puertas tras más de dos décadas en servicio: el Chikita Café. Sin embargo, hay más comercios que también desaparecieron de la capital hidalguense y ahora solo viven en la memoria y el imaginario colectivo.
La ciudad ha visto nacer, crecer y clausurar varios establecimientos en estos últimos años, ya sea por cuestiones de logística, problemas de solvencia o porque son marcas que ya no existen. Por eso es que te presentamos algunos de ellos de los que probablemente no recuerdes de su existencia o hayas estado allí y hoy solo sean recuerdos.