Ambientalistas alertaron que no sólo en el tramo 5 del proyecto del Tren Maya existen severos riesgos ambientales, sino que el peligro se extiende por todo su trazo, por lo que advirtieron que continuarán con amparos legales para frenar la totalidad de la obra.

En un Space convocado por la Sociedad Civil México, Selvame del Tren y VotoXelClimaMX, Luis Zambrano, ecólogo e investigador del Instituto de Biología de la UNAM indicó que históricamente en México se ha relegado e ignorado a los académicos y científicos que han alertado por contingencias y peligros ambientales.

Ahora, dijo, con este proyecto de la actual Administración federal, existe preocupación de parte de especialistas por vislumbrar focos de alerta.

“Muchos académicos estamos muy preocupados. Nosotros hace tres años entregamos una carta cuando escuchamos el anuncio de que se iba a hacer el Tren Maya porque muchos de nosotros trabajamos ahí, llevamos muchos años. Yo particularmente por ejemplo, llevo 20 años trabajando en la reserva de la biósfera de Sian Ka’an, entendiendo cómo funcionan los humedales, particularmente”, expuso.

“No nos hicieron caso esa vez y acabamos de volver a entregar otra carta diciendo ‘todo lo que hemos predicho en estos tres años se ha venido cumpliendo’, existe un gran problema. No sólo es el tramo cinco, es todo el tren, el problema es todo el tren”, resaltó.

Adelantó que investigadores están haciendo una serie de modelos que indicó publicarán próximamente sobre los escenarios que se advierten sobre el Tren Maya sobre los servicios ecosistémicos o beneficios que ofrece la naturaleza.

Zambrano apuntó que se atentaría contra la fauna local, que en diversas ocasiones tiene funciones como la contención de plagas que vulneraría notoriamente al ambiente ante eventos causados por el cambio climático, que subrayó, ya son visibles actualmente.

“No sé si se han dado cuenta, pero venimos de cinco, seis años de gran sequía. Ha llovido por ejemplo en la Ciudad de México un 20 por ciento menos de lo que llovía a finales del siglo pasado. Llovía 800 milímetros, ahora está lloviendo 600 milímetros y eso es un efecto de la destrucción y la forma de desarrollo que hemos venido haciendo”, enfatizó.

Indicó que se han ido acumulando amparos, pues no sólo han sido promovidos para el tramo 5, sino que también se está dando la batalla legal sobre el 1, 2 y 3, y continuarán debido al peligro que representa esta mega obra de la autodenominada 4T. Sin embargo, reprochó que las autoridades no están respetando las órdenes judiciales para detener los trabajos.

Representantes de las organizaciones civiles llamaron a que en este contexto electoral se analice el voto hacia candidatos que ofrezcan acciones ambientales reales, y se manifestaron en contra de determinaciones gubernamentales como lo que denominaron el “decretazo” para modificar a modo las evaluaciones de impacto ambiental para las obras, programas o proyectos.

Agencia Reforma

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