En un lugar donde ya aterrizaban aviones militares, el presidente Andrés Manuel López Obrador estrenó ayer una de las pistas que formarán parte del nuevo aeropuerto de Santa Lucía.
Tardó más en su traslado de Palacio Nacional al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que en el vuelo desde ese lugar a Santa Lucía.
Un vuelo de apenas 11 minutos, en un Boeing 737 militar, con una treintena de asistentes, entre miembros del gabinete e invitados especiales, para presumir su magna obra y en el que sí portó cubrebocas.
“Esto es una hazaña de la construcción y de la ingeniería que ha estado a cargo de la Sedena”, celebró el mandatario nacional.
El avión militar aterrizó en la pista 04-R del aeropuerto Felipe Ángeles, en medio de una polvareda; luego pasó por un arco de agua para celebrar el arribo del mandatario a bordo del avión militar. Algunos bromearon que fue para lavar la aeronave.
La escenografía también sirvió para que aviones de líneas comerciales, como Viva Aerobus, Volaris y Aeromar, aterrizaran en el lugar, aunque lo hicieron sin pasajeros, solo con tripulación para ser parte del montaje.
Once minutos, 45 kilómetros …y los tres poderes
El Ministro Arturo Zaldívar, presidente de la Corte, viajó también en el avión
Los presidentes del Senado, Eduardo Ramírez, y como representante de San Lázaro, Dolores Padierna, también asistieron.
Los gobernadores de Hidalgo (PRI), Edomex (PRI) y Querétaro (PAN), así como la jefa de Gobierno (Morena), acompañaron al mandatario.
Benito Jiménez
Agencia Reforma