A la Selección Mexicana no le pudo tocar un mejor rival para jugarse la vida que un africano.

Después del descalabro ante Japón, para que su boleto a los cuartos del torneo de futbol de Tokio 2020 no dependa de nadie, la Selección Mexicana Sub 24 necesita una victoria sobre Sudáfrica, en un duelo en el que parte como favorito no solo por ser el segundo lugar del sector A, sino porque nunca ha caído en un partido de la fase de grupos de unos Juegos Olímpicos ante un rival de la Confederación Africana de Futbol (CAF).

La “venganza” de la escuadra japonesa, eliminada por la Selección Mexicana en las semis de Londres 2012, sacudió al cuadro dirigido por Jaime Lozano, que había logrado una actuación casi redonda contra Francia, pero que ahora necesita superar sin complicaciones el compromiso ante los Bafana Bafana, que debería ser un trámite ideal para que el equipo tricolor recobre sus expectativas de medalla.

En fase de grupos de una justa olímpica, la selección mexicana se ha enfrentado en seis ocasiones a un representante de la CAF, con un balance de tres victorias y tres empates.

La primera vez que se dio un choque de esa índole fue en los Juegos Olímpicos México 1968, cuando la Selección Mexicana derrotó 4-0 a Guinea; cuatro años más tarde, en Múnich, el combinado verde venció por el mismo marcador 1-0 a Sudán.

Posteriormente sumó empates 1-1 ante Ghana en Barcelona 1992 y Atlanta 1996; uno 0-0, con Mali, en Atenas 2004, y el choque más reciente ante un africano en fase de grupos terminó con un triunfo sobre Gabón de 2-0 en la justa Londres 2012.

La única derrota que México ha sufrido a manos de un africano en Juegos Olímpicos fue en la edición de Atlanta 1996, en la que el Tri cayó en cuartos de final 2-0 ante Nigeria, a la postre medallista áureo.

Los pupilos de Jaime Lozano estimaban que el duelo ante Japón sería el más complicado de la Primera Fase; no fallaron, pero ahora pueden ir sin miedo a África para conseguir su boleto y pensar en Corea del Sur, Honduras, Nueva Zelanda o Rumania, sus probables rivales.

Francisco Esquivel I Agencia Reforma