Medios internacionales reportaron la muerte del futbolista Nizar Issaoui por inmolación, quien protestaba en contra del abuso policial, tras ser acusado de ser terrorista derivado de un conflicto vecinal, en hechos suscitados en una ciudad de la región de Kairouan, ubicada en Túnez.

De acuerdo con algunos videos que mostraron el momento de la tragedia, el exjugador del Union Sportive Monastirienne relató que tenía una disputa con un vecino “que vendía plátanos a 10 dinares (57 pesos mexicanos, aproximadamente)”, pero que terminó siendo interrogado por ser presunto terrorista en Túnez.

“Me llevan a la comisaria y me interrogan por terrorismo por una denuncia sobre plátanos”, fue lo que mencionó Nizar Issaoui en el metraje antes de encenderse fuego frente a la sede de la jefatura de la Policía, lo que generó pánico entre las personas presentes, que, pese a la reacción para salvarlo, esto no fue posible.

Se dio a conocer que el tunecino, de 35 años y padre de cuatro hijos, fue trasladado a la Unidad de Grandes Quemados, donde perdió la vida a causa de varias quemaduras de tercer grado en la mayor parte de su cuerpo, por lo que sus restos fueron trasladados hasta su ciudad natal Haffouz, Túnez, para ser enterrado.

Tras lo anterior, se produjo una ola de protestas en el lugar donde Nizar Issaoui se inmoló para reclamar los casos de abuso policial en esta zona, lo que llevó a las fuerzas de seguridad a reprimir las marchas mediante el uso de gas lacrimógeno, lo que también causó que varios comercios cerraran para proteger su patrimonio.

No es la primera vez en que se registran acciones de esta naturaleza en Túnez para quejarse por esta situación, pues en 2018 también hubo manifestaciones en Kasserine, al sur del país, por las condiciones pobres en las que viven muchos habitantes.

Asimismo, un camarógrafo de televisión, identificado como Abderrazak Rezgui, también se inmoló en protesta en contra de la marginación y abandono de jóvenes desempleados; momentos antes de esto, dijo que pretendía iniciar una revolución como la que comenzó Mohamed Bouazizi en 2011, cuando también se encendió fuego, lo que provocó un movimiento social que terminó con el derrocamiento del dictador Zine El Abidine Ben Ali tras 20 años frente al gobierno en Túnez.

Redacción web