Fue tan larga la espera que todos fueron bienvenidos a Ciudad Universitaria, incluso los menores de 12 años
algo que, según el protocolo de Retorno de la Afición a los Estadios, no estaba permitido.

Para su debut en el Apertura 2021, Pumas femenil volvió a CU un año y cuatro meses después de aquel duelo contra Cruz Azul del Clausura 2020, el último que las auriazules jugaron con público en casa. Por eso, decenas de familias asistieron para ver al equipo femenino ante las Centellas, muchas de ellas con niños a los que en primera instancia no los dejaron entrar, pero que después de insistencia, e incluso llanto de algunos de los pequeños, lo consiguieron.

El Estadio Olímpico llevó a cabo por primera vez el protocolo de la liga, pues en el Guard1anes 2021 los representativos del Club Universidad no pudieron abrir sus tribunas debido a que el semáforo epidemiológico en Ciudad de México no se los permitió, y cuando se pudo, la escuadra no clasificó a la liguilla.

“Lo que buscamos es diversión, ahorita que está tranquilo, queríamos regresar al estadio después de tanto tiempo, gritar un gol, si es posible, de Pumas”, dijo Julio Mería, quien tuvo que esperar unos 20 minutos para que dejaran acceder a su hija Renata, de 12 años, “casi 13”.

La toma de temperatura, la sana distancia y la desinfección de manos no faltaron en las filas del acceso al cubil felino, que abrió sus puertas aun con el repunte de casos que se vive en la capital, ante el aval del gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum.

MEDIDAS

En la tribuna, que solo abrió una parte del Pebetero, las señalizaciones en los asientos de cemento solo permitían un máximo de tres personas por grupo. Ahí, hubo venta de nieves, refrescos, tacos, tortas y hasta micheladas con y sin alcohol, para disfrutar de la fiesta.

Francisco Esquivel I Agencia Reforma