Con 33 años, Diego Maradona llegó al Mundial de Estados Unidos 1994, aunque ya era un veterano, estaba destinado a ser una de las figuras del campeonato. En el debut de la albiceleste el diez marcó un golazo de antología en la victoria contra Grecia, pero pocos se imaginaron que sería el último gol del Pelusa con la playera de Argentina.

En el segundo encuentro, los sudamericanos se impusieron a Nigeria con un doblete de Caniggia, sin embargo, la nota la dio Diego, al dar positivo en el control antidoping, se encontraron cinco sustancias en su organismo: efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina.

El escándalo fue mayúsculo. El mito había caído de nuevo. Maradona fue suspendido durante 15 meses y obviamente fue expulsado de la Copa del Mundo.