El Áspid tuvo un emotivo retorno tras un complicado accidente casero.

En abril pasado, a Saúl Alejandro Ávila López –su nombre de pila– le explotó un tanque de gas, lo que lo tuvo dos semanas internado en la Cruz Roja.

“Estuve 15 días en terapia intensiva y tres meses en recuperación, prácticamente sin pararme de la cama”, compartió el esteta.

Además del reto que significó librar este complicado percance, los gastos de su atención fueron otro obstáculo para su familia; sin embargo, el también secretario de la Asociación de Luchadores del Estado de Hidalgo contó con el apoyo de la familia luchística.

“Fue algo muy complicado; recibí mucho apoyo de la gente, que cree en mí como persona y como deportista”, agregó.

Luego de intensas sesiones de recuperación, la Víbora Humana subió nuevamente al cuadrilátero en una función dominical de la arena Afición, donde enfrentó a El Indio y Barkai en su regreso a la actividad.

“Ya me dieron de alta, estoy bien al 100 por ciento; obviamente, por el tipo de accidente, quedaron secuelas”, señaló.

Sin embargo, por lo delicada que fue su situación, indicó que volvió con ligeras restricciones, aunque, con el tiempo, espera recuperar la confianza, sin dejar de lado la responsabilidad de cuidarse.

“En mi regreso me sentí bien, pero con miedo, porque una mala caída o un mal golpe, me puede lastimar de nuevo las extremidades que resultaron dañadas. La llevé tranquila”, señaló.

Aunque solo suma una lucha tras el accidente; no obstante, se mantiene ligado al deporte, pues, además de estar al frente de la asociación, igual participa como programador de la catedral hidalguense de la lucha libre.

Alejandro Velázquez I Pachuca

También te puede interesar Consumaron Hantar, Ancla Jr. y Perseo fechorías

La empresa Coalición Lucha Libre Tarasco (CLLT) tuvo una amarga reanudación, cortesía de los exponentes del Centro de Alto Rendimiento (CAR) The Crash.