Sharon Madeleine Montiel Sánchez es una mujer hidalguense que ha tenido la fortuna de conocer toda la entidad. Nació en Pachuca, donde estudió para convertirse en una joven abogada con maestría en Derecho Fiscal y no quedándose conforme, se especializó en otras ramas con diplomados en Marketing Político, Estrategias de Negociación y Equidad de Género.

La actual presidenta del Partido Encuentro Social Hidalgo (PESH), en entrevista exclusiva para Firts Class, comentó que ser mujer en 2020 significa tener una oportunidad de cambiar una visión de antaño, en la que los espacios sociales, económicos y políticos eran limitativos en México y en nuestro estado.

“Hoy podemos ver oportunidades, puertas abiertas, posibilidades de acceso, de crecer como mujer. He tenido la posibilidad de convertirme en dirigente de un partido político, ser abogada como defensora de oficio y ser apoderada legal de empresas, este nicho de oportunidad te permite tener una visión, que en 2020 te compromete con la sociedad, y más con tu género, para pugnar para que más mujeres tengan esas oportunidades o mayores”, afirmó Madeleine.

Montiel Sánchez está convencida de que en la actualidad existe la igualdad de género, y muestra de ello es su propia persona; sin embargo, no es una situación que se pueda aplicar a toda la población. Por ello, considera que la igualdad de género se debe de consolidar y aterrizar, no quedar como un postulado.

La dirigente señaló que tiene la iniciativa de desarrollar un instrumento con perspectiva de género que permita a las mujeres hidalguenses identificar la violencia política en su contra, en sus dimensiones individual, interpersonal y social, con el fin de favorecer su autorreconocimiento como agentes de derechos políticos, bajo una mirada intercultural y fundada en nuestra realidad.

Es así como ha concretado los esfuerzos indispensables para la creación de un Manual para la participación política libre de violencia contra las mujeres en el estado de Hidalgo, herramienta que coadyuva a la promoción y difusión de los derechos de las mujeres, construido en un lenguaje llano y con el apoyo de ilustraciones para que se pueda plantear un marco conceptual pertinente para la comprensión de la problemática: violencia, política, género, poder y discriminación.

Este manual busca establecer una relación de interseccionalidad con otras dimensiones identitarias que resultan motivo de discriminación, además del género, tales como la etnia, la edad, la orientación sexual, el nivel socioeconómico, la religión, el estado de salud, la apariencia física, la condición de discapacidad, el embarazo, el estado familiar, hasta llegar a la participación y afiliación política.

“Nos hemos propuesto la transformación del lenguaje; que a pesar de que toda la información ha partido de la construcción académica y con un lenguaje de investigación, tenga que ser aterrizado a un discurso popular, digerible, que hará sinergia con todos los recursos gráficos para la adecuada comprensión de la temática por cualquier persona, sin considerar su nivel educativo”.

En esta obra se ha hecho una recopilación de ejemplos prácticos y cotidianos en las diferentes situaciones a presentar. Se han tomado ejemplos comunes de liderazgos comunitarios para explicar los procesos que las mujeres pueden llevar a cabo en su entorno y cómo podrán detectar violencia en el mismo.

“Como mujer y dirigente estatal de Encuentro Social Hidalgo, suscribo la idea de que todos somos iguales ante la ley y que nuestro principal objetivo político es promover la participación en igualdad de oportunidades y equidad entre mujeres y hombres; que se convierta en una realidad palpable, que se visualice en la adopción de responsabilidades en las que el género de una persona no sea motivo determinante para juzgarle como bueno o malo, eficiente o ineficiente, sino por su probidad y desempeño político”, confirmó Sharon.

Montiel precisó que la grandeza de nuestro país no puede entenderse sin la participación activa de las mujeres. Esta realidad reclama la participación de los partidos políticos para que se pongan manos a la obra y se logre normalizar la paridad y no discriminación basada en el género de los sujetos.