Un viaje por la historia de Pachuca en las cantinas

Este fin de semana se llevó a cabo el Recorrido Literario de Cantinas, como resultado de una propuesta a partir del libro Letras de Pachuca, que fue el pretexto perfecto para compartir historias, disfrutar, conocer y reconocer lugares, recordar.

Sara Elizondo

Hace (1) meses - 29 de julio de 2024

Hace (1) meses

Fin de Semana

Imagen: Un viaje por la historia de Pachuca en las cantinas

Una selección de relatos inspirados en las cantinas pachuqueñas

Este fin de semana se llevó a cabo el Recorrido Literario de Cantinas, como resultado de una propuesta a partir del libro Letras de Pachuca, que fue el pretexto perfecto para compartir historias, disfrutar, conocer y reconocer lugares, recordar.

En un convivio que duró casi cuatro horas, entre traslados, llegadas, narraciones, convite, deliciosa comida y bebida, las voces de escritores que nacieron o han habitado la capital hidalguense se dejaron escuchar. Situación curiosa, distinta y hasta irreverente, en lugares que, a través de los años, han sido las sedes de encuentros de amigos, charlas de políticos, convivio de periodistas, refugio de los dolidos y mucho más.

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Esta ocasión, organizada por el Instituto Municipal para la Cultura de Pachuca y la editorial Los Libros del Sargento, reunió a varios de los escritores que participaron en la compilación de textos del libro que se presentó este mismo año.

Letras de Pachuca es el libro del que se recopilaron distintos textos que cuentan la historia de la ciudad

En el Salón Pachuca, con su centenar de años y sus paredes con recuerdos, los escritores Daniel Fragoso y Sinead Martí contaron un poco sobre lo que diversos espacios, personajes y escenas de la Bella Airosa representaron en su vida. Daniel compartió un poco de las historias de las familias de tradición minera, de la rutina, de los encuentros cantineros en Pachuca, de los cariños y de las pérdidas, lo que plasmó en “El rastro del tigre y la pantera”. Mientras que Sinead leyó parte de su texto “La calle Guerrero”, compartiendo las vivencias y personajes que llegaban a la tienda que tenían sus abuelos, haciendo que nos trasladáramos allá. De hecho, uno de los participantes de este recorrido le compartió que él iba con frecuencia al negocio familiar.

Emocionaron a los asistentes con sus relatos sobre sus vivencias en las cantinas

Así, entre letras, voces, tacos de guisado, quemaditas y cerveza, la siguiente parada fue La Barata, una cantina antiquísima ubicada en la calle Abasolo, también en el centro de Pachuca. Ahí estaba el famoso Flaco, con su hija, quienes atendían con velocidad a quienes íbamos en grupo, después de bajarnos de un camioncito que nos trasladó de un lugar a otro. Ahí lo que más se pidieron fueron las famosas bolas que llevan cerveza, salsas y su respectivo clamato. Tocó el turno de Moisés Lozada, quien leyó “Lo barato de la nostalgia”, una narración de encuentros de amigos, del paso de los años, de la decoración característica de ese lugar, de decisiones y canciones. Tan emotivo fue todo que el Flaco no pudo evitar llorar, emocionado por la ocasión.

Los autores compartieron anécdotas desde la soledad hasta críticas sociales y encuentros con amigos

Cuando salimos de ahí, ya estaba comenzando a llover, una lluvia no tan intensa como en otras partes de la ciudad, como leímos varias horas después. Así fue que llegamos al Salón Regio, otra de las cantinas que cumplen cien años de recibir parroquianos, escuchar historias, poner música y ser lugares de encuentro de todos. Fue entonces que tocó el turno de compartir a Aarón Enríquez y Juan Alfonso Valencia, con “La noche de los ciegos” y “Pachuca era una fiesta”; uno, acerca de la vida nocturna y sus matices, las cantinas y quienes las atendían; el otro, como una crítica social a ciertos personajes y a cierta necesidad de ser como otra ciudad, pero también el amor profundo por la capital hidalguense.

Fue así que se concretó un encuentro muy esperado y en el que muchos querían estar. Por fortuna, también estuvieron escritores como Julio Romano, Christian Negrete y Juan Carlos Hidalgo, acompañando a sus colegas que esta vez leyeron en voz alta.

Durante casi cuatro horas visitamos las cantinas más icónicas de la ciudad

Letras de Pachuca, con sus 41 colaboraciones de textos, ilustraciones y fotografías, es un documento histórico, con una diversidad narrativa riquísima y una variedad de autores que, como alguien dijo en la cantina, difícilmente podremos ver a todos juntos alguna vez.

Sin duda, esperamos que este sea el primer recorrido de muchos, en cantinas y otros lugares pachuqueños, para que más personas aprendan a conocer a la capital hidalguense a través de tantas miradas atentas que les permitieron compartir historias entrañables.