De febrero a abril, 40 colmenares han sido rescatados en la zona urbana y periferia de Tulancingo –según la Dirección de Desarrollo Rural–, de los cuales 12 son salvaguardados por Atrapando Enjambres México, asociación civil que transfirió siete de ellos a un apiario ubicado en el bosque de Los Romeros, comunidad de Santiago Tulantepec.

La agrupación, representada por Fernando Amador Islas, acordó con el titular de la dependencia municipal, Abraham Salomón Ganado, participar en el programa de rescate y protección de abejas, al que se han adherido siete apicultores de Tulancingo, quienes son notificados por los bomberos de la presencia de estos insectos.

Desde hace siete años Amador Islas y su esposa Gloria Hernández Lazcano son parte de Atrapando Enjambres, que se encarga del cuidado de las abejas, declarada por el Instituto Earth Wathch como la especie más valiosa del mundo y en grave peligro de extinción.

El matrimonio dedica tiempo a la atención de sus apiarios, uno de ellos en Los Romeros, porque está convencido de que se puede retomar la convivencia armónica entre el ser humano y los insectos, cuya función en la cadena natural es la polinización, sin la cual la vida en el planeta sería imposible.

Para la captura de enjambres utilizan cajas de madera, denominadas trampas, que son trasladadas a apiarios donde ingresan a una cámara de cría, en la que se desarrollan las colmenas.

Cada enjambre está compuesto por unas 10 mil abejas. Para la producción de miel se requieren por lo menos 50 mil colmenas, proceso que tarda alrededor de un año, lapso en el que pueden generar de 10 a 19 litros de lo que llaman “néctar de dioses para endulzar paladares terrenales”.

María Antonieta Islas

Santiago Tulantepec