El hagiógrafo jesuita Gabriel de Aranda (Badajoz, 1633-Sevilla, 1709) escribió la primera gran biografía, en realidad una hagiografía, del santo polaco Estanislao de Kostka, novicio de la Compañía de Jesús.

La obra se divide en tres partes. La primera: del nacimiento del santo y de las virtudes con que resplandeció en el siglo. La segunda: de las virtudes con las que resplandeció en la religión. La tercera: de la gloria con la que resplandeció después de muerto San Estanislao y de los milagros y prodigio que obró por sus intenciones.

Estanislao de Kostka nace el 28 de octubre de 1550 en el castillo de Rostkou, cerca de Przasnysz, Principado de Polonia. Su padre Juan Kostka era senador del reino y a partir de 1564, gobernador del castillo de Zakroczym.

En 1564 sus padres enviaron a Estanislao y a su hermano mayor, Pablo, a estudiar al colegio de los jesuitas en Viena. Al inicio se alojaban en el internado del colegio, pero luego se trasladan a la casa del senador Kimberker, un devoto luterano. En 1565, Estanislao cae gravemente enfermo y pide le lleven la comunión, pero el senador se niega a que un sacerdote entre a su casa.

Es cuando, según relato del santo, recurre a santa Bárbara, patrona de la buena muerte, que lo visita en compañía de dos ángeles para darle la comunión. Después, ya mejor, tiene una experiencia mística donde ve que la virgen María le pone al Niño Dios en sus manos. Y le dice: “Ya estás completamente sano (…) nuestra voluntad es que entres cuanto antes en la Compañía de mi hijo Jesús”.

Tras esta experiencia decide entrar a la Compañía de Jesús. Se presenta con el provincial de los jesuitas en Viena para pedirle entrar a la orden. Le dice que para eso necesita el permiso de sus padres. Estos no le dan su consentimiento.

Estanislao, que ya sabía la respuesta sería negativa, habla con el jesuita portugués Francisco Antonio, quien le dice vaya a Ausburg, Alemania, para pedir al provincial que reside ahí, Pedro Canisio, que después será santo, que lo admita. No está ahí, pero lo alcanza en Dilingen. Habla con él y le expone su deseo. El provincial decide aceptarlo en un “tiempo de prueba”. En el colegio de Dilingen se incorpora como sirviente al que se le encarga limpiar los cuartos del internado y ayudar en la cocina. Después de un tiempo Canisio lo envía a Roma. El 10 de agosto de 1567 inicia el viaje en compañía de otros dos jóvenes jesuitas.

Ya en Roma entrega al general de la orden, san Francisco de Borja, la carta de presentación que envía el provincial Canisio. Se queda a vivir en la comunidad de la iglesia del Gesù y después pasa algunos días en el Colegio Romano.
El 28 octubre de 1567 es admitido como novicio e ingresa el noviciado de San Andrés, situado en las cercanías de la iglesia de San Andrés del Quirinal. Había 40 novicios, entre ellos cuatro polacos.

Cuando Juan Kostka, padre de Estanislao, sabe de su ingreso al noviciado hace todo lo posible para impedir que su hijo haga votos perpetuos. El santo a principios de agosto de 1568 tiene una premonición de que moriría pronto. Cae enfermo con fiebre.

El 14 de agosto, Estanislao le dice al enfermero que va a morir al día siguiente, pero este no lo toma en serio. Avanzada la tarde se agrava su condición. Recibe el viático y ora con los novicios y otros jesuitas que lo acompañan. Cerca de las 3 de la mañana de la fiesta de la Asunción, 15 de agosto, dice que la virgen María se le acerca rodeada de ángeles, para llevarle al cielo y enseguida muere.

Su partida ocurre a solo 10 meses de haber ingresado como novicio a la Compañía de Jesús. Tenía 18 años. A su muerte Estanislao empieza a ser muy popular en Roma. De modo espontáneo se propaga su culto y se cuentan historias de su vida. El papa Pablo V admite su veneración pública.

En 1670, el papa Clemente X lo beatifica. En 1714 inicia el proceso de canonización, que se lleva junto con el de san Luis Gonzaga. En 1726 es canonizado por el papa Benedicto XIII. Sus restos se encuentran en tres lugares: iglesia de San Andrés del Qurinale, Roma; iglesia del noviciado de los jesuitas en Neuhasen-Filtern, Alemania, e iglesia del noviciado de los jesuitas en Starawies, Polonia.

Fuentes consultadas:
Vida y milagros de San Estanislao de Kostka de la Compañía de Jesús (pp. 381). Gabriel de Aranda, Editorial Apostolado de la Prensa, S. A. España, 1899.