Las campañas electorales comenzaron el viernes pasado a nivel federal. Desde el 1 de marzo, nos han inundado mensajes de persuasión por parte de los candidatos y candidatas que aspiran a un cargo de elección popular. Sin embargo, en ese breve periodo, algunos de ellos ya sacaron el cobre, o, como dirían en mi pueblo, el diente.

Ahí tenemos al expresidente del Partido Acción Nacional (PAN) en Hidalgo Asael Hernández Cerón, quien aprovechó las lagunas en la legislación electoral para inscribirse como candidato indígena por la vía plurinominal para una diputación federal.

Según la documentación entregada por el blanquiazul al Instituto Nacional Electoral (INE), desde 2016 ha pertenecido a la comunidad indígena Puerto Piedra, de Nicolás Flores. Ello le valió el visto bueno de la autoridad comicial para ser tomado en cuenta en esas cuotas que se dan a dichos sectores.

Asimismo, la que sorprendió pocos días antes de iniciar la campaña fue Adriana Flores, quien repentinamente dejó el Partido Revolucionario Institucional (PRI), para ser candidata al Senado por Hidalgo por el partido Movimiento Ciudadano.

Todo mundo aún la hacía en la Secretaría de las Mujeres de Pachuca, pero tuvo la astucia de guardar el secreto y sorprendernos a todos en su arranque de campaña.

Por cierto, uno de los municipios que ya recorrió la exfuncionaria capitalina es Francisco I. Madero, de donde es oriunda Xóchitl Gálvez, candidata a la presidencia de la República por la alianza Fuerza y Corazón por México, conformada por los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, mejor conocidos como PRIANRD.

Es precisamente la oriunda de Tepatepec quien dio de que hablar a nivel nacional, pues, en el arranque de su campaña política, en Irapuato, Guanajuato, selló con sangre un compromiso para mejorar la seguridad en el país.

Sellar con sangre un pacto que busca acabar con la sangre derramada en el actual sexenio federal tiene un doble discurso y hay quienes incluso ya tachan de prácticas esotéricas a la oriunda del Valle del Mezquital.

Total, que pasamos de firmar los compromisos de campaña frente a notario a signarlos con líquido hemático. Así la política en nuestro país.

Hablando de la campaña federal, la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia —que a nivel nacional conforman Morena, el Partido Verde Ecologista de México y el Partido del Trabajo—, Claudia Sheinbaum Pardo, tuvo un ligero encuentro con la aspirante a jefa de Gobierno de Ciudad de México por dicha alianza, Clara Brugada.

Circuló en redes un video, tomado en el arranque de campaña de ambas, en el Zócalo de Ciudad de México, en el que se observa cómo Sheinbaum toma por el cabello a Brugada, mientras la exalcaldesa de Iztapalapa se pone firme y en posición retadora, al momento en que son fotografiadas.

Aunque muchos trataron de desvirtuar las tomas que circularon en redes sociales, el lenguaje corporal no puede desmentirse: existe alguna riña entre ambas, por más que lo quieran maquillar.

Al escribir esta columna han transcurrido apenas cinco días de campañas y ya hemos visto que los candidatos sacaron el cobre: autoadscribirse como indígenas, brincar de un partido a otro, sellar pactos con sangre y hasta jaloneos de cabello.

¡Y apenas vamos empezando! ¡Y todavía nos faltan las campañas de los aspirantes a alcaldes y de los candidatos a diputados locales! ¡No cabe duda de que este periodo de persuasión del voto nos dejará muchos memes, momentos graciosos y otros no tanto!

En fin, que de todas esas triquiñuelas hemos advertido en esta columna semanal. ¡Como si no conociéramos la calaña de quienes buscan enquistarse en el poder! Tiempo al tiempo.

SU CINTO: Falta todavía que se den a conocer los candidatos a las 84 alcaldías por los diferentes partidos políticos con presencia en Hidalgo. Unos escindieron una coalición federal, lo que dejó mal sabor de boca a otros y señalaron que les dejaron poco tiempo para elegir a sus candidatos; es decir, los madrugaron. A ver qué ocurre con las postulaciones en los municipios, esas que todos estamos ávidos de saber. Insisto: tiempo al tiempo.