Anochece en la ciudad que se llena de basura una vez más. Montones en cada esquina hablan del tremendo fracaso que representa la gestión de residuos para un ayuntamiento que no ha logrado construir procesos de gobernabilidad.

Que el relleno haya cerrado el lunes sin anticipar el hecho al ayuntamiento habla de la incapacidad de construir procesos de comunicación y de resolución de conflictos por parte de la presidencia municipal.

La quema de algunos residuos en la periferia de la ciudad es una clara muestra de un gobierno que ha estado en permanente crisis y ha mostrado una y otra vez no saber qué rumbo tomar para resolver los problemas que enfrenta la ciudad.

Un presidente municipal que ha presumido una y otra vez que la ciudad va bien y que no ha dicho cómo resolverá la crisis que enfrenta en esta semana.

La basura, lo hemos dicho muchas veces, genera una riqueza real a quienes trabajan con ella, pero eso al ayuntamiento no le importa, mientras sean los cercanos o los enviados los que gestionen y ganen recursos.

Ojalá y dijera quién está detrás de la empresa que hoy recolecta y gestiona los residuos. Ojalá y dijera por qué esa empresa y no otra. Por qué esa empresa y no el ayuntamiento.

En 2021 el ayuntamiento destinó al pago de gestión de residuos aproximadamente 51 millones de pesos y esta es una cantidad que aumenta cada año en función de los intereses de la empresa y en detrimento del municipio de Pachuca.

Aunado a ello, es claro que el uso indiscriminado de plásticos de un solo uso continúa en la ciudad a pesar de que se publicó el 5 de mayo de 2020 el decreto municipal que adiciona un artículo al reglamento del equilibrio ecológico y protección al ambiente del municipio de Pachuca.

Ese artículo fue el 33 bis, en el que se determina que se pondrá fin a la entrega de bolsas de forma gratuita u onerosa al consumidor final, además de popotes, unicel, entre otros plásticos de un solo uso.

Derivado de ello, ¿es posible hablar de ausencia de gobierno en materia ambiental? ¿A qué se refiere el ayuntamiento de Pachuca cuando dice que el problema ya está resuelto?

Pro-Faj Hidro Limpieza ha demostrado que su trabajo se vuelve insuficiente para atender el tema para la cual fue contratada. El ayuntamiento lo sabe. ¿Por qué entonces sostener una relación con la empresa?

Dejar la gestión y manejo de los residuos en manos de particulares ha quedado demostrado, en cada rincón del país, que es un negocio malo para la ciudad y redondo para la empresa.

Es tiempo de que el ayuntamiento de Pachuca tome el asunto en sus manos. Que el Cabildo genere un punto de acuerdo mediante el cual demande del Congreso de Hidalgo y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo un mayor compromiso en la construcción de políticas públicas coordinadas en materia de gestión y manejo de los residuos sólidos urbanos. Es un tema en el que se debería de trabajar de forma coordinada.

Así que quienes aspiran a gobernar la ciudad tienen frente a ellos un tema de acción en el que desde ahora deberán de pensar y decidir qué hacer. La gestión de los residuos no solo se hace en la recolección, también se lleva a cabo decidiendo desde el ayuntamiento cómo se consume en la ciudad.

Y, hasta ahora, los ayuntamientos no se han involucrado en lograr que, por ejemplo, las empresas refresqueras comercialicen más envases retornables por encima de los desechables. Un acuerdo de ese tipo ayudaría a reducir en más de lo que ellos imaginan la cantidad de residuos en la ciudad.

Acuerdos que generen un impacto positivo en el consumo y se traduzcan en la reducción de desechos. Uno que muestre las habilidades de gestión y construcción sostenibilidad por encima de los discursos simples y fáciles que gustan en tiempos electorales.

Tratar que la actual administración resuelva el tema de la basura es tan inútil como pensar que los semáforos de la ciudad serán reparados la siguiente semana o los conflictos laborales que enfrenta tendrán una solución lo más rápido posible.

Esta es una administración perdida. Espejo roto en el que deberán de mirarse los que aseguran que pueden gobernar la ciudad.

Es su deber pensar si en verdad pueden dar respuestas, soluciones a la problemática de la ciudad. No palabras, no promesas; hechos, acciones reales y definitivas encaminadas a dar rumbo, desarrollo y sostenibilidad. Ni más ni menos.