Si usted ha estado pendiente de la televisión y la radio en las últimas semanas, habrá notado que los promocionales de campañas de los diversos partidos políticos han inundado estos medios de comunicación con la finalidad de persuadir el voto de la población.
Uno de los spots más difundidos es el de la candidata de Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, que utiliza una frase del expresidente panista de México Vicente Fox Quezada: “¡A trabajar, cabrones, como dice Xóchitl!”.
Esa frase, que da nombre a esta columna, fue pronunciada por el sexagésimo segundo titular del Poder Ejecutivo federal en una entrevista publicada el 17 de junio de 2023 por el medio Latinus.
Esa frase, que tiene como finalidad infundir el miedo al trabajo, fue pronunciada por Fox Quezada al culminar la entrevista que le realizó el periodista Fernando del Collado para el programa Tragaluz, de Latinus.
Esa frase, que es usada por Morena para infundir el miedo a que les quiten los programas sociales a quienes los reciben, fue pronunciada por el exmandatario albiazul, pero fue sacada de contexto.
Literalmente, lo que Fox dijo fue: “Ojalá y Xóchitl nos cumpla eso, de que los huevones no caben en el gobierno y tampoco en el país. Ya se acabó que estén recibiendo programas sociales. ¡A trabajar, cabrones, como dice Xóchitl!”.
La entrevista, de media hora de duración, versó sobre cómo ha enfrentado el primer expresidente panista la vida después de gobernar al país, pero aquí lo curioso es cómo Morena usa como punta de lanza la frase del expresidente para dos cosas: infundir el miedo al trabajo e infundir el miedo a que se retiren los programas sociales implementados por el actual gobierno federal.
Durante 2022, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al menos el 36 por ciento de los hogares en México reportó recibir uno de los varios programas sociales que puso en marcha la administración lopezobradorista.
De acuerdo con diversas fuentes, ese porcentaje fue el más alto de inscripción a este tipo de apoyos que jamás haya registrado una administración pública federal desde 2009; sin embargo, también señalan que no todas las personas en mayor situación de vulnerabilidad los recibiero.
Es decir, sí, en el sexenio de López Obrador hubo mayor inscripción de la población a los programas sociales, pero no fueron entregados, en su totalidad, a la población que más los necesita.
Habrá que recordarles a las personas que le llevan la publicidad de la campaña a Sheinbaum Pardo que los programas sociales también tuvieron un incremento precisamente durante la administración de Fox Quezada, aquella que por primera vez implementó el Seguro Popular, que terminaron en el actual sexenio para dar paso al IMSS Bienestar.
También hay que recordarles que aquel medio del que se agarran para hacer sus publicidades, Latinus, es el mismo que el máximo representante del lopezobradorismo en el país, el mismo Andrés Manuel, se ha encargado de desdeñar desde Palacio Nacional.
Simplemente hay que hacer memoria y mencionar el reportaje La Otra Casa Gris, que Latinus, junto con Mexicanos Contra la Corupción y la Impunidad (MCCI), dio a conocer y en el que se menciona que un hijo del actual presidente de la República ocupaba una mansión en Estados Unidos tras presuntamente hacer manejos con un ejecutivo de Baker Hughes y sobre la casa que ocupó el mismo hijo de López Obrador, en México, propiedad de la directora de La Jornada, periódico que se ha visto beneficiado con más contratos durante la actual administración federal.
Aquí lo risible es que mientras desde Palacio Nacional denuestan a un medio de comunicación, quien pretende llegar a ese sitio ocupa a ese mismo medio de comunicación, que se han encargado de deshacer, para treparse y salir avante en las elecciones del 2 junio.
Lo de la entrega de programas sociales es innegable, pero recordemos que al inicio de la actual administración todos esos apoyos se hizo de manera directa, dando el dinero en tarjetas o en efectivo a los beneficiarios, lo que fue mal visto por algunos al decir que preferían entregar el recurso a que la gente se pusiera
a trabajar.
Y apenas quedó ese discurso junto con el que emplean en la campaña de Sheinbaum: pareciera que es malo que la gente se ponga a trabajar: “A trabajar, cabrones, como dice Xóchitl”, cuando el trabajo dignifica, el trabajo remunera y el trabajo hace al
ser humano.
Es decir, ocupan a dos personajes que el mismo Andrés Manuel se ha encargado de hacer parecer como antagonistas: Fox Quezada y Xóchitl Gálvez, ambos desprestigiados, varias veces, desde Palacio Nacional y en voz del mismo presidente de la República.
Estamos a escasos días de la elección, menos de un mes, con apenas 22 días de campañas por delante. Se vislumbra una guerra sucia que a nivel estatal ya ha empezado a florecer. Veremos qué tanto arrecian los ataques tanto de la oposición como de los que ya se sienten sentados en la silla presidencial federal o de los ayuntamientos o en las curules federales o locales. ¡Benditas elecciones!
Yo, mientras tanto, me pongo a trabajar.
SUCINTO: ¿Debates? Lo que hemos visto por parte de la autoridad electoral estatal y federal en Hidalgo deja mucho qué desear y no por su organización, sino por la calidad de sus participantes. El domingo pasado se llevó a cabo el primer ataque, perdón, “debate”, entre los candidatos a senadores, que solo se la pasaron echándose la bolita sobre que si quién tiene la culpa de que se quieran llevar el agua, que si no me defendiste cuando un alcalde me agredió, que si fui secretaria de Bienestar y todo lo hice bien. ¿Y esa es la calidad de quienes nos van a representar en el Senado? De los encuentros entre quienes buscan el Congreso local y los ayuntamientos, mejor ni hablamos: puras páginas leídas, titubeos y hasta nervios. Hay mucho, mucho camino por recorrer en esto de la polaca.