L as decisiones al interior de Morena, el mecanismo para la selección de sus candidatos y la apertura a políticos cuyos orígenes provienen de lo más recalcitrante de la política local han permitido que —en los últimos meses, previo a las decisiones del partido sobre quiénes serán sus abanderados—, bajo ninguna regla ni control, se mantenga una guerra a bajo perfil, mediática, con golpes bajos, que abonan más al desinterés de la población en la política y sobre todo, en el proceso electoral de 2024.

En la región del Valle del Mezquital, los políticos que anteriormente militaron en el PRI y en el PAN, hoy bajo el cobijo de Morena, abanderan entre comillas las causas de este partido: no mentir, no robar y no traicionar, pero en la práctica mantienen costumbres aprendidas en sus anteriores institutos políticos.

La guerra sucia en los últimos meses en esta región, particularmente en Ixmiquilpan, se ha agudizado, a través de la creación de perfiles falsos en redes sociales; asimismo, mediante el uso de la plataforma de WhatsApp, con la cual se hacen llegar mensajes personalizados a los usuarios para divulgar información falsa, calumniosa y hasta intimidatoria contra algunos de los aspirantes a alguno de los cargos de elección popular el próxi-mo año.

En Ixmiquilpan, por ejemplo, se retomaron perfiles falsos en Facebook de supuestos medios de comunicación, en algunos casos, vinculados a expanistas que hoy están en Morena, o bien, con el síndico actual, Álvaro López, quien está participando en el PT, para convertirse en candidato a presidente municipal.

Algunas de las cuentas falsas son vinculadas al equipo que apoyó al excandidato del PAN a la presidencia municipal, Edmundo Ramírez, debido a que desde entonces se tienen identificados, con el mismo modo de operar y lenguaje, entre otros, a elementos que lo relacionan desde el 2020 con él.

La incertidumbre hoy sobre quiénes serán los candidatos a los cargos de elección popular que se estarán definiendo en enero, particularmente en el caso de los ayuntamientos, continuará concentrando una ola de ataques al interior de Morena, agudizando así el rechazo de por sí hacia los políticos.

Y es que es justamente este tipo de prácticas, las que han causado el desinterés, indiferencia y hasta repudio de la población hacia los políticos, particularmente del viejo régimen, para desgracia de Morena, hoy las tienen en sus filas y, con ello, deberán cargar con la tragedia de dar entrada a quienes pudieron arrancarse las siglas de sus antiguos partidos, pero no de sus mecanismos, formas y estilos de hacer política.