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Hace (52) meses
La Navidad y las emociones
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Queridos lectores, a pocos días de fin de año y de un nuevo comienzo profundizamos sobre los propósitos y metas cumplidas, pero ¿qué pasa con la unión y el perdón? Pues también llegó la hora de hacer las paces con los tuyos.

Así que considera estas fechas como algo que va más allá del bullicio, de la fiesta o los días para descansar, pensando en que es la oportunidad perfecta para ofrecer una disculpa, pedir perdón y hacer borrón y cuenta nueva con los tuyos.

Las discusiones, las discordias, lo malos entendidos y las ofensas son palabras que se las lleva el viento y qué mejor momento que llegar de sorpresa con ese ser querido que amas y conversar para sanar esas pequeñas o grandes heridas que vienen del pasado, o aun si son recientes.

No hay nada mejor que pasar esta época en familia, con los padres, tíos, hermanos, hijos, amigos, la pareja y, por qué no, con los vecinos, pero siempre y cuando todos estén dispuestos a celebrar estas fechas con alegría, emoción y sabiendo que no hay mejor cosa que dejar esas palabras necias a un lado y pasar un rato agradable.

¿Perdonarte o perdonar?

¿Cómo  poder perdonar cuando no hay ese acercamiento, cuando vemos que la otra persona no ha modificado nada?

A veces pareciera casi imposible que exista la posibilidad en nosotros de perdonar. El no perdonar nos aporta otra emoción que no nos ayuda a alcanzar esa felicidad con la que comenzábamos: el rencor.

Tú solo tienes la posibilidad, la opción de conseguirlo. El cambio no está en lo que hace la otra persona. El cambio está en ti. El cambio, en el aquí y ahora de tu realidad provocará un cambio en los demás.

Quizá pienses que sería mejor si la persona que te ha hecho daño se acercara a ti y te pidiera perdón, pero siendo nosotros conscientes de nuestro deseo de sentirnos libres, debemos ser capaces de perdonar sin la necesidad de ese acercamiento.

Cuando alguien nos hace daño, no conocemos los motivos por los que lo hace o quizás no quiso hacerte daño y tú lo percibiste de esa manera, muchas veces tenemos detonantes dentro de nosotros que hacen que cualquier situación nos cree un conflicto.

Casi siempre, emitimos juicios que nos construyen una visión sobre la persona. Te invito a cambiar la manera de mirar a la persona, con ojos de redescubrimiento. El perdón es un asunto tuyo, personal, con independencia de las circunstancias o los motivos por los que la otra persona ha podido llevar a cabo aquello que te hizo daño.

Si argumentamos nuestra intención de mirar (no observar) con cariño a quien me agredió, tal vez consigamos empatizar y así lograr entender el punto de vista. Tal vez hasta descubramos la necesidad que se esconde tras la agresión.

Si conseguimos un estado de libertad sobre lo que deseamos hacer, seguramente el perdón sea nuestra opción. Así no perdonaremos por pena, sino por la libertad que aporta y con ella la felicidad que sentimos.

¿Y cuáles son los consejos para que en esta Navidad tus emociones no te jueguen en contra?

  1. Expresa tus emociones y ayuda a la gente a expresar las suyas, sea cual sea la emoción exprésenla, no esperemos a que alguien parta o este por partir para decirle algo.
  2. Procuren actividades que ayuden a todos a desconectarse, este es tiempo de desconexión, créanmelo, relájense con paseos, con lecturas, con ver una película en familia, con reírse, desconéctense, recuerden con alegría a quienes ya no están y ayuden a sus hijos a que los recuerden así, con alegría.
  3. Perdona, pero de forma real, suelta toda esa carga que has llevado durante todo el año.
  4. Y sobre todo en estos días tengan mucha paciencia, con todos.
  5. No escatimen muestras de afecto, abrácense, siéntanse, realmente reciban y den ese amor que caracteriza estas fechas, que más allá de los regalos y de muchas cosas buenas y positivas y otras no tan positivas, créanmelo que son fechas de amor, de alegría y de compartir.

Al final, perdonar no es solamente soltar la emoción que nos ha generado una persona, sino liberarnos nosotros mismos de esa emoción.

Cuando perdonamos nos liberamos de una gran carga emocional que traemos sobre nuestros hombros y que nos impide disfrutar de la vida. No perdonamos para beneficiar al otro, perdonamos para liberarnos a nosotros mismos y poder tener una vida mejor.

Como siempre, les deseo larga vida, salud y prosperidad.

Si tienes alguna duda o comentario házmelo saber, con gusto te responderé.

 

Alberto Tristany Zarauza

 

 

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