Siempre es motivo de orgullo para las personas nacidas en este hermoso país celebrar y conmemorar el inicio de la gesta heroica de 1810, que culminó con la independencia de lo que hoy es nuestro país.
Pero celebrar el grito de independencia sin un contexto histórico y una conciencia social puede provocar un nacionalismo sentimental trasnochado que generalmente desencadena una sensación de que el país ya no requiere de nuestra intervención para seguir siendo un territorio de libertades.
Para celebrar nuestra identidad patriótica debemos comenzar a ser autocríticos y analíticos sobre nuestro actuar en la esfera pública y eso comienza, como toda reflexión valiosa, por hacernos ciertas preguntas que debemos respondernos con honestidad, por ejemplo, preguntarnos si realmente estamos haciendo lo que nos toca por nuestro país.
Vivir a la patria no es sólo demostrar y presumir un patriotismo de una sola fecha o de una sola noche degustando nuestra exquisita gastronomía, sino realmente es comenzar a hacer y en algunos casos, a dejar de hacer aquello que nuestro país espera y necesita de todas y todos nosotros.
México, en esta época de posverdad, necesita de nuestra reflexión, de nuestra participación pública en los ámbitos en donde creamos que podemos aportar a la patria algo de lo que nos ha dado; ya sea en lo social, en lo político o en lo deportivo, por ejemplo.
Ese es el nuevo patriotismo, el aportar desde nuestra trinchera lo que cada quien sabe hacer bien. En este Espacio Abierto lo he dicho, el nuevo patriotismo encuentra hoy uno de sus más singulares pero muy notables ejemplos en las personas que aceptan integrar y participar en una casilla electoral, donde recibirán los votos de sus vecinos en un domingo de elección.
Esas personas son el mejor ejemplo de los nuevos patriotas, esas personas son quienes desde una oportunidad que toca literalmente a la puerta de su casa, dicen sí a participar en una Jornada Electoral sin que medie pago alguno y por el sólo interés de preservar nuestra democracia, nuestros valores y nuestra manera de elegir a las personas gobernantes; le dicen “sí” a su país.
Ojalá que este ánimo mexicano que hemos tenido en estas fiestas patrias nos alcance para todos los días, para que cuando México necesite de nosotros, ahí estemos, al pie del cañón.
Cuidemos nuestros valores cívicos como lo es la democracia, preservemos el sentido de unión que nos da la Bandera Nacional, el Escudo y el Himno, y cuando lo entonemos, no olvidemos que más allá de las pasajeras diferencias políticas que podamos tener, nuestra patria nos espera, con la historia a su lado.
¡Viva México!
Guillermo Corrales
Consejero Electoral del
Instituto Estatal Electoral de Hidalgo
Twitter: @MemoCorrales
