Con pastizales y campos secos y mantos acuíferos y manantiales con bajas que causan preocupación, así como abrevaderos y bordos sin agua, Alfajayucan enfrenta su tercer año inmerso en una sequía extrema.

Un ejemplo de la crisis hídrica en esta zona del Valle del Mezquital es la presa Vicente Aguirre, que ya no tiene agua, lo que afecta principalmente a los pescadores y personas que vivían del turismo.

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El director de Protección Civil y Bomberos de este municipio, Francisco Javier Martínez Leyva, explicó que la situación causada por el temporal es ya preocupante porque se cumplen tres años de sequía extrema.

Explicó que esto no solo ha afectado a la agricultura, también a la ganadería y la pesca, así como al turismo, actividades económicas que se han visto afectadas por la carencia hídrica que se vive en el municipio.

La presa Vicente Aguirre, según información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se encuentra a 2.8 por ciento de su capacidad; sin embargo, en realidad este embalse ya se secó, lo que incluso ha causado mermas a la cooperativa de Zozea, pero también a otros poblados, como San Antonio Corrales y El Espíritu, comunidades que elementalmente vivían de la pesca y del turismo que arribaba durante el año.

De acuerdo con habitantes, la ausencia de agua “es tan grave” que el organismo de agua potable del municipio ha reforzado el llamado a la población a aplicar medidas emergentes para racionar el agua, pues la sequía continuará y, según los pronósticos enviados a la autoridad municipal, este problema será más grave de lo que se tenía previsto.

Por su parte, la presa Rojo Gómez, ubicada en Huichapan, actualmente tiene un 47 por ciento de su capacidad, informó la Conagua, porque ha sido alimentada y eso ha beneficiado al campo particularmente, de la cual dependen miles de productores. Sin embargo, la dependencia federal dejó secar a la Vicente Aguirre porque de ella solo dependen los pescadores y el turismo.

Otro de los esfuerzos de Protección Civil ha sido prohibir las quemas y tala de árboles: “No hay pretexto, nadie debe ni puede hacer quemas con fines agrícolas o de limpieza, tampoco derribar árboles, por el contrario, se está pidiendo a la población acciones de reforestación”.

Actualmente, a pesar de estas acciones, hay personas que no responden a los llamados, por el contrario, continúan con estas prácticas, aunque normalmente las hacen de noche.

Ahora, son las delegaciones municipales quienes están coadyuvando y sancionando a quienes no acaten estas medidas implementadas ante la falta de agua en la región.