Más que sentirse responsable por ser un ejemplo a seguir, Alicia Vikander tiene la necesidad de disipar la idea de ser una “estrella” de Hollywood.

“Tengo una profesión que se basa en la ilusión de lo que es la actuación. Yo misma crecí así, viendo películas y revistas. La gente me ve con un vestido lindo y en alfombras rojas, pero esa no es mi vida real.

“Me parece importante que las niñas sepan que allá afuera hay muchas imágenes que no son reales. Y lo digo porque yo misma creía en eso”, compartió la actriz de La chica danesa.

También considera un compromiso hacerle ver a las nuevas generaciones que el género femenino no debe estar en una lucha constante, sino unirse.

“Crecí en un ambiente en el que las mujeres sentían que debían pelear o alzar la ceja porque la sociedad decía que sólo había espacio para una y, sin que ellas quisieran, se decía que esa era la norma.

“Ahora hay una gran posibilidad para que las chicas trabajen en equipo y, para mí, hay muchas otras mujeres mayores que fueron una gran inspiración y que me dieron confianza”, agregó la sueca.

Aunque lamenta las historias de las víctimas de abuso, considera importante que hayan sido un catalizador para que se hable de equidad e igualdad.

“Lo mejor es que las personas están oyendo lo que se dice, y siento que, tanto yo como otras colegas, nos estamos haciendo escuchar porque, tristemente, antes te tocaba estar en un cuarto con casi puros hombres.

“Estoy emocionada porque estoy segura de que vendrán tiempos interesantes en los que surgirán muchas más historias atractivas y serán momentos muy refrescantes, porque la gente quiere eso”, dijo Vikander.

La ganadora del Oscar como Mejor Actriz de Reparto por La chica danesa, quien promovió este fin de semana en la Ciudad de México la cinta Tomb Raider: Las Aventuras de Lara Croft, espera que las próximas generaciones no deban enfrentarse a estas temáticas.

“Papeles de mujeres fuertes, es una frase que he escuchado tanto en los últimos años, pero ¿qué significa? Eso nunca lo dices de un hombre.

“Para mí se trata de hacer personajes de carne y hueso, que pueden ser físicamente fuertes, francas, tímidas y suaves, pero eso para mí es ser humano. Lo que pasa es que en las películas las chicas son retratadas únicamente como la novia, que necesariamente tiene que tener un interés amoroso”, sostuvo.

Fidel Orantes I Agencia Reforma

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