A veces, lo único que hace falta es tomar un respiro, desconectarse de los quehaceres cotidianos para reconectarse con la naturaleza. Que estas caídas de agua te animen a planear un tiempo fuera.
Basaseachi, Chihuahua
El Parque Nacional Cascada de Basaseachi, en la Sierra Tarahumara, presume dos de las cascadas más altas del país. La de Piedra Volada (con una caída de agua de 453 metros) y la de Basaseachi (con 246). La primera -considerada la más alta de México- solo vierte agua en época de lluvias, la segunda es permanente. En la zona se realizan caminatas y hay un mirador.
El Chiflón, Chiapas
El Centro Ecoturístico Cascadas El Chiflón cuenta con una cadena de cascadas formadas por el cauce del río San Vicente, entre las que se encuentran El Suspiro y Ala de Ángel. Sin embargo, la más famosa es la de Velo de Novia, de 120 metros de altura. Si quieres conocer el área con más detalle, también existe la posibilidad de acampar.
Cola de Caballo, Nuevo León
A unos 40 kilómetros al sur de Monterrey, en el municipio de Santiago, se encuentra el Parque Ecoturístico Cola de Caballo, cuya cascada homónima es de aproximadamente 27 metros y tiene un puente para ver de cerca la caída de las aguas de la Sierra Madre Oriental. Una visita a este lugar brinda la oportunidad de lanzarse en tirolesa, asar carne y rentar una carreta.
Minas Viejas, San Luis Potosí
En el municipio de El Naranjo, en la Huasteca Potosina, se encuentra la cascada Minas Viejas, que tiene dos caídas de alrededor de 50 metros. Este sitio es ideal para nadar o realizar senderismo y rappel.
Juan Carlos Molina I Agencia Reforma
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