El presidente estadunidense Donald Trump habló el pasado sábado, sin dar detalles, de la posibilidad de suavizar el veto al gigante tecnológico chino Huawei, un punto sensible en la compleja relación comercial entre ambas potencias económicas.

“Las empresas estadunidenses pueden vender su equipamiento a Huawei”, dijo Donald Trump en una rueda de prensa al final de la cumbre del G20, en Osaka.

“Estamos hablando de equipamiento que no suponga un gran problema para la seguridad nacional”, indicó.
Pero, de momento, no está claro si esto significa que la actitud de Estados Unidos con Huawei está cambiando.
El país americano amenaza a la compañía china con poner a Huawei en una “lista negra” de empresas a las que está prohibido venderles tecnología estadunidense, excepto en caso de autorización especial, por razones de seguridad nacional.

Esta amenaza que lanzó en mayo la administración Trump -que acusa a Huawei de espiar a favor de Pekín, lo que el grupo desmiente- ha sido, de momento, suspendida tres meses, hasta mediados de agosto.

Un portavoz de Huawei contactado por la AFP no quiso comentar las declaraciones de Trump.

El presidente estadunidense y su homólogo Xi Jinping acordaron este sábado una tregua en su conflicto comercial y tecnológico y Washington se comprometió a suspender su amenaza de imponer nuevos aranceles a las importaciones chinas.

Las dos partes acordaron retomar las negociaciones para llegar a un gran acuerdo comercial, pero sin dar un calendario ni los detalles de las eventuales concesiones que permitieron reanudar el diálogo.
Las grandes ambiciones tecnológicas de China deberían ser una parte importante de las futuras negociaciones.

AFP | Osaka