A Lenny Kravitz le gusta sentir primero la energía del universo antes de arrancar un nuevo proyecto musical.

Y es que para su onceavo disco, Raise Vibration, que lanzará en otoño, el cantante dejó que sus sueños le hablaran a la hora de componer, mientras él sólo se dejaba llevar por dichas vibras.

“No suelo sentarme para escribir ni dedico una hora exacta a la composición. Lo que hago es esperarme hasta que escucho algo que me atrae. Me voy a dormir y entonces es cuando sueño mis canciones.

“Después me despierto entre las 3 y 5 de la madrugada, con estas rolas en mi cabeza, y ya me pongo a escribir. A veces llegan completas y otras en fragmentos. Yo lleno los vacíos”, reconoce.

Kravitz está de visita en la Ciudad de México, donde mañana arrancará de forma oficial en la Arena Ciudad de México el Raise Vibration Tour 2018, mismo que después visitará Europa, Asia y Estados Unidos.

En conferencia, el intérprete de Again y Fly away reconoció que es un artista que navega contracorriente.

“Normalmente me gusta que mis sueños me hablen y esperar a recibir lo que la vida tiene para darme. Creo que esa es la forma más pura de inspiración que puede existir”, señaló.

Aún recuerda con gran gozo aquella primera vez que pisó la Ciudad, en 2002, para llenar el estadio Azteca, una experiencia que calificó como la más increíble que ha tenido en su vida.

También se dijo fanático de la música en español, los ritmos caribeños y toda la cultura latina.

“Personalmente siempre me ha influenciado la música latinoamericana. Lo que es maravilloso es que sus raíces vienen de África y de ahí se ha propagado a todo el mundo.

“El ritmo de la música latina es contagioso. De hecho, en mi nuevo álbum incluiré muchas percusiones, que son directamente una influencia de Latinoamérica”, adelantó.

Rodolfo G. Zubieta I Agencia Reforma