En un esfuerzo por llevar la realidad aumentada más allá del entretenimiento, emprendedores mexicanos emplean esta tecnología en el soporte asistido.

Black Labs, startup ubicada en Chihuahua, creó Parallax, un sistema operativo de realidad aumentada para mejorar las videollamadas entre expertos y técnicos cuando estos no se encuentran en el mismo lugar.

“Black Labs surge como un hub de innovación en Chihuahua donde podamos desarrollar ideas que no estén restringidas a la necesidad de un cliente, si no a resolver problemas que tengan un gran impacto.

“Parallax cubre la necesidad de soporte asistido y de reunir a especialistas y técnicos en diferentes áreas cuando se tenga un problema o una capacitación donde la persona que domina el conocimiento no se encuentra en el lugar”, dijo Luis Ramírez, director de proyectos de Black Labs.

La idea es que a través de la realidad aumentada, quien sepa del tema pueda ver tal cual lo que ve con quien está teniendo la comunicación, para así dar instrucciones precisas en tiempo real con mejores imágenes que con fotografías o videos. “Por ejemplo, una compañía de telecomunicaciones que debe mantener su servicio operando 24/7 está muchas veces limitado en lo técnico.

“Si hubiera un desperfecto, la persona que está de guardia ahí puede comunicarse con el experto, quien le puede ayudar a restablecer el servicio de manera más natural porque el experto ve a través de los ojos del técnico”, aseguro Ramírez.

Parallax está integrado por unos lentes, una cámara y un control con el que los usuarios pueden mover la imagen proyectada, aunque el ideal de los creadores es que los gafas permitan mantener las manos libres.

La cámara mapea el entorno y lo muestra a través de los lentes a quienes están en la videollamada; los colores proyectados en el cristal fueron seleccionados para que las afectaciones a la vista del usuario sean nulas.

“Los anteojos son un medio, son lentes Epson, lo importante es la plataforma, dentro del sistema de colores que da la aplicación se tomaron en cuenta colores que no fueran chillantes, eso hace que no generen ninguna molestia en los ojos”, dijo el director de proyectos. El sistema operativo está basado en la nube, por lo que las actualizaciones están incluidas en el servicio.

Ramírez señaló que uno de los principales retos ha sido introducir el producto a las empresas, pues muchas de ellas no habían reparado en la necesidad de la prestación.

Para el desarrollo del sistema operativo, en Black Labs trabajaron año y medio cuatro personas en el diseño; siete, en el desarrollo; dos, en el área comercial, y tres, en marketing.

Ailyn Ríos I Agencia Reforma

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